Las acciones del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande cerraron este lunes con pérdidas del 78,8% tras reactivar su cotización en la Bolsa de Hong Kong, suspendida desde marzo de 2022.
En la apertura, cada título cayó casi 90% a unos 0,22 dólares de Hong Kong (0,03 dólares estadounidenses), moderando su descenso hasta el 80% hacia las 10.00 hora local (02.00 GMT).
Evergrande, que ya había perdido más del 90 % de su valor bursátil cuando suspendió la negociación de sus participaciones en marzo del año pasado, se podía enfrentar a su expulsión del parqué si superaba los 18 meses en esta situación.
En su último día de cotización hasta este lunes, sus títulos cerraron en 1,65 dólares de Hong Kong (0,21 dólares, 0,19 euros), muy lejos del pico de 31,55 dólares de Hong Kong (4,02 dólares, 3,72 euros) que había registrado en octubre de 2017.
La evolución registrada en los primeros minutos de la sesión deja a la que fuese la mayor promotora de China con una capitalización de mercado de unos 4.290 millones de dólares de Hong Kong (547 millones de dólares, 506 millones de euros).
El conglomerado presentó la noche del domingo sus resultados del primer semestre, que reflejaron una reducción interanual a la mitad de su pérdida neta hasta unos 33.012 millones de yuanes (4.528 millones de dólares, 4.191 millones de euros) y un pasivo total de 2,39 billones de yuanes (327.599 millones de dólares, 303.159 millones de euros) al cierre de junio.
Precisamente, la divulgación de sus cuentas -en julio ya había revelado pérdidas equivalentes a casi 74.000 millones de euros entre 2021 y 2022- era uno de los requisitos que el mercado de la antigua colonia británica le imponía para retomar su cotización.
El viernes por la noche, la compañía afirmó que ya había cumplido con todas las exigencias y confirmó que había solicitado la reanudación de su cotización a partir de esta semana, una iniciativa que ya habían tomado este mes sus filiales de vehículos eléctricos y gestión de propiedades inmobiliarias.
Estos anuncios se produjeron apenas días después de que Evergrande presentase una solicitud de quiebra en EEUU para proteger sus activos de los acreedores mientras sigue negociando la reestructuración de su deuda.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Beijing anunció restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que, como Evergrande, habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento.
En los últimos meses, ante la crisis en el sector, el Gobierno ha cambiado su tono y ha anunciado diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras.
(Con información de EFE)
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