El jefe de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, aseguró que un enviado del director del organismo nuclear de Naciones Unidas, Rafael Grossi, visitará Teherán en un intento por desatascar las conversaciones para la reactivación del acuerdo de 2015, dañado tras la salida unilateral de Estados Unidos en 2018.
“Nuestros acuerdos están en vigor. Las negociaciones con Grossi continúan. Su adjunto vendrá a Irán”, indicó Eslami durante una rueda de prensa, aunque no precisó una fecha concreta, según reseñó la agencia estatal iraní Tasnim.
La última visita de Grossi a Teherán se produjo el pasado mes de marzo después de que el organismo asegurara que Irán enriqueció uranio al 83,7 por ciento en la planta de combustible de Fordow en enero, si bien más tarde el OIEA aseguró que el país había dado justificaciones razonables al respecto.
Irán se comprometió en 2015 a limitar su programa nuclear. A cambio, se levantaron las sanciones occidentales. Sin embargo, después de que Estados Unidos se retirara unilateralmente del pacto en 2018, Teherán revirtió gradualmente las restricciones.
Las conversaciones para la restauración del acuerdo nuclear de 2015, gravemente dañado por la decisión de Estados Unidos de retirarse del mismo denunciando supuestos incumplimientos por parte de Teherán, llevan meses estancadas, mientras que el OIEA ha confirmado avances en el programa por parte de las autoridades iraníes.
Cada vez más cerca de probar armas nucleares
Expertos de Medio Oriente y agencias de inteligencia europea advirtieron que la República Islámica estaría tan avanzada en sus planes que ya podría estar cerca de un posible primer ensayo nuclear.
El general de brigada israelí Yossi Kuperwasser, investigador principal del Foro de Seguridad de Defensa del país, aseguró a The Jerusalem Post que “Irán está evidentemente comprometido con su plan de armas nucleares” y sumó que “los informes de inteligencia europeos describen los esfuerzos encubiertos iraníes para acortar los plazos para su arsenal nuclear mediante la adquisición ilegal de equipos y conocimientos de varios países europeos”.
El Middle East Media Research Institute (MEMRI) recopiló y publicó las conclusiones de los informes de los servicios de los Países Bajos, Suecia y Alemania en los que, además de exponer los avances del régimen, enfatizaron en las maniobras que las autoridades del país han realizado todos estos años para eludir las sanciones y obtener tecnología ilícita.
El Servicio de Seguridad General e Inteligencia de los Países Bajos (AVID) fue una de las agencias incluidas en el informe y la que más enfatizó que la rapidez con la que el régimen persa avanzó en la purificación del uranio “acerca la opción de un posible primer ensayo nuclear iraní”.
Puntualmente, la agencia informó que durante 2022, Irán siguió adelante con su programa nuclear, “aumentando sus reservas de uranio enriquecido al 20% y al 60 por ciento”, las cuales, mediante centrifugadoras, pueden alcanzar un mayor enriquecimiento, cercano al 90% necesario para un arma nuclear.
Inclusive, el documento señala que “Irán sigue ignorando los acuerdos alcanzados en el marco del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) y, al desplegar centrifugadoras de enriquecimiento de uranio cada vez más sofisticadas, está ampliando su capacidad de enriquecimiento”.
Sin embargo, tal como explicaba Kuperwasser, estos resultados no serían posibles de no ser por una serie de maniobras y operaciones a la par, que permiten a las autoridades hacerse de la última tecnología, “productos y conocimientos para la producción de armas de destrucción masiva, sus sistemas de vectores, otros armamentos o elementos de nuevos sistemas de armas”, incluso a pesar de las sanciones que las potencias occidentales han impuesto sobre el país.
(Con información de Europa Press)
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