Estados Unidos, Japón, Australia y Filipinas han llevado a cabo esta semana ejercicios militares conjuntos en aguas del mar de China Meridional en medio de las tensiones con China tras la cumbre trilateral celebrada por Washington, Seúl y Tokio en Camp David.
Durante las maniobras del jueves, han estado presentes el buque ‘Mobile’ de la Armada estadounidense; un buque de asalto anfibio, una fragata ANZAC y un avión F-35A australianos, así como un buque de desembarco de la Armada filipina, según la agencia de noticias Kyodo.
Esto se produce después de que el pasado 5 de agosto la Guardia costera filipina denunciara las “peligrosas maniobras” y el “uso ilegal de cañones de agua” por parte de embarcaciones chinas en el mar de China Meridional.
Washington acusa a Beijing de obstaculizar operaciones marítimas filipinas al impedir que lleguen provisiones a los miembros de los servicios filipinos en Second Thomas Shoal, atolón en las islas Spratly, en el mar de China Meridional, donde la Armada filipina tiene un contingente militar de apenas una decena de soldados a bordo de un barco estadounidense que fue varado intencionalmente en 1999 para reforzar los reclamos territoriales de Filipinas.
Beijing afirma que uno de los requisitos indispensables para poner fin a la disputa entre ambos países es la retirada de este buque, ya que considera que el arrecife forma parte del archipiélago y, por lo tanto, de su territorio y soberanía.
Beijing bloqueó el paso de buques filipinos
Esta semana, mientras un avión de la Marina de Estados Unidos sobrevolaba la zona, dos embarcaciones filipinas rompieron el bloqueo de la Guardia Costera china en una peligrosa confrontación en el disputado Mar de la China Meridional para entregar alimentos y otros suministros a las fuerzas filipinas que custodian un controvertido banco de arena.
Pero los dos buques de la Guardia Costera de Filipinas que escoltaban a los barcos de suministro se vieron bloqueados por al menos cuatro de los guardacostas chinos durante unas cinco horas en el tenso enfrentamiento en el banco de arena Ayungin.
El peligroso encuentro es el último en las largas disputas territoriales en el concurrido mar que implican a China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunei. Está considerado un punto de fricción en Asia y se ha convertido en una delicada línea roja en la rivalidad entre Beijing y Washington.
Filipinas invitó a un pequeño grupo de reporteros a los buques que custodiaban a las embarcaciones con suministros como parte de una nueva estrategia que para exponer las acciones cada vez más agresivas de Beijing en el mar de la China Meridional, que China reclama casi en su totalidad.
Un buque guardacostas chino se acercó a apenas 46 metros al cruzarse por delante de la proa del BRP Cabra para bloquear el paso del guardacostas filipino, que maniobró rápido para evitar una colisión, explicó un oficial a bordo del Cabra que no fue identificado de acuerdo con la política oficial.
El Cabra y otro buque guardacostas, el BRP Sindangan, se vieron obligados a detenerse, rodeados por cuatro embarcaciones chinas y cuatro presuntos barcos de milicias, mientras los dos con suministros repartían su carga a las fuerzas filipinas en el banco de arena, a más de 7 kilómetros (4 millas) de distancia.
Todos los buques filipinos se marcharon sin más incidentes luego de dejar suministros y a una nueva tripulación en el puesto militar avanzado instalado en un buque de su Marina abandonado hace tiempo en el banco de arena.
“Estamos contentos de que la misión de reabastecimiento haya tenido éxito a pesar de todos los bloqueos peligrosos y otras acciones”, dijo a la agencia de noticias AP el comandante del Cabra, Emmanuel Dangate.
El vocero de la Guardia Costera, el comodoro Jay Tarriela, condenó el bloqueo de los guardacostas chinos y otras maniobras peligrosas como una violación de la normativa internacional para impedir colisiones en el mar. El oficial presentará un informe al Ministerio de Exteriores en Manila para una posible protesta diplomática contra China, agregó.
Funcionarios en la embajada de China en Manila no hicieron comentarios sobre el incidente de inmediato. Preguntado por el despliegue del avión de la Marina, el portavoz de la legación diplomática estadounidense en la capital filipina, Kanishka Gangopadhyay, dijo que no podía ofrecer “detalles específicos de la misión”.
“Lo que puedo decir es que todas nuestras actividades militares en Filipinas se llevan a cabo en plena coordinación con nuestros aliados filipinos”, agregó.
Estados Unidos no tiene reclamos en el Mar de la China Meridional, pero declaró que la libertad de navegación y vuelo y la resolución pacífica de las disputas son de interés nacional para el país.
(Con información de EP y AP)
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