La concentración de la sustancia radioactiva tritio en el agua residual de la accidentada central nuclear de Fukushima, que Japón comenzó a verter este jueves en el mar, es muy inferior al límite previsto, indicó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
“Los expertos del OIEA recogieron pruebas esta semana del agua preparada para el primer vertido”, explicó en un comunicado la agencia de la ONU, que supervisa la operación.
“El análisis realizado de manera independiente en el lugar confirmó” que la concentración en sustancia radioactiva tritio se ubicaba “muy por debajo del límite operativo de 1.500 bequerelios (Bq) por litro”, según la misma fuente.
Este nivel es 40 veces inferior a la normativa nacional japonesa para las aguas tratadas y a la normativa internacional (60.000 Bq/litro). Además, es unas siete veces inferior al límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el agua potable (10.000 Bq/litro).
El OIEA autorizó en julio este proyecto, considerando que tendrá un impacto radiológico “insignificante en la población y el medio ambiente”.
Aunque se trata de una práctica general en la industria nuclear de todo el mundo, ha despertado preocupación entre los pescadores japoneses y una fuerte oposición en China, cuyo gobierno reforzó inmediatamente sus restricciones comerciales con Japón.
Para intentar apaciguar temores, el OIEA envió a Japón a un equipo con el fin de garantizar que el “proceso se realiza de forma segura y transparente”, declaró el director general de la agencia de la ONU, Rafael Grossi, citado en el comunicado.
En total, hasta 2050, Japón prevé evacuar más de 1,3 millones de m3 de aguas usadas almacenadas en el sitio de la central de Fukushima-Daiichi, proveniente del agua de lluvia, de las capas freáticas y de las inyecciones necesarias para enfriar el núcleo de los reactores que entraron en fusión tras el tsunami de marzo de 2011 que azotó el litoral noreste del país.
El tritio es un radionucleido que se encuentra de forma natural en el agua de mar y tiene escaso impacto radiológico.
Si se inhala o ingiere, puede presentar un riesgo, pero sólo las dosis muy altas son perjudiciales para la salud humana, indican los expertos.
TEPCO prevé diluir el agua con tritio para reducir su nivel de radioactividad a un nivel muy inferior al umbral de peligrosidad.
La central de Fukushima Daiichi genera en promedio más de 100.000 litros de agua contaminada al día. El agua se recupera, se filtra y luego se almacena en el propio recinto, pero las capacidades disponibles están casi saturadas.
Desde 2011, el operador TEPCO ha acumulado más de 1,3 millones de toneladas (el equivalente a la capacidad de casi 540 piscinas olímpicas) de agua en cisternas gigantes.
Tras años de reflexión, Japón optó en 2021 por descargar el agua en el mar a través de un conducto submarino construido especialmente para la operación.
(Con información de AFP)
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