Este miércoles las autoridades rusas confirmaron la muerte Yevgueni Prigozhin, quien viajaba en el avión privado Embraer que se estrelló el centro de Rusia. Hace dos días, el 21 de agosto, se conoció el último video del líder del Grupo Wagner, que aparecía en una locación desconocida en en África.
“Cumpliendo nuestro deber. La temperatura supera los 50 grados. Tal y como nos gusta”, comienza el video.
“El grupo Wagner realiza actividades de reconocimiento y búsqueda. Hace que Rusia sea aún más grande en todos los continentes y que África sea aún más libre. Justicia y felicidad para los pueblos africanos”, agregaba.
“Solo contratamos a auténticos guerreros y continuamos completando las tareas que nos han sido encomendadas y que hemos prometido completar”, finaliza Prigozhin.
Según los datos de la compañía aérea rusa, en el Embraer-135 viajaban siete pasajeros, entre ellos Prigozhin y su mano derecha, Dmitri Utkin, antiguo oficial de la inteligencia militar rusa (GRU).
Los otros pasajeros serían también miembros del grupo de mercenarios, que reanudó recientemente sus operaciones en el continente africano.
Precisamente, una delegación en representación del Grupo Wagner llegó domingo a la capital de Malí, Bamako, ante el empeoramiento de la situación de seguridad tanto en el país africano como a nivel regional ante una posible intervención militar en el vecino Níger. Tras la muerte de Prigozhin y Utkin, se desconoce quién tomará el mando del ejército de mercenarios.
Semanas atrás el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, había alertado que el grupo mercenario ruso está “aprovechando” la inestabilidad en Níger para profundizar su influencia en África.
Blinken hizo estas declaraciones después de las conjeturas de que los líderes del golpe recibieran ayuda de los mercenarios rusos.
“Creo que lo que pasó, y lo que sigue pasando en Níger, no fue instigado por Rusia ni por Wagner, pero trataron de aprovecharse de ello. Cada lugar al que ha ido este grupo Wagner ha seguido la muerte, la destrucción y la explotación”, dijo el jefe de la diplomacia norteamericana.
“La inseguridad ha subido, no ha bajado”, agregó Blinken, quien resaltó que hubo una “repetición de lo que ha pasado en otros países”.
Se estima que el Grupo Wagner cuenta con miles de combatientes en países como la República Centroafricana (RCA) y Mali, donde tiene intereses comerciales lucrativos pero también refuerza las relaciones diplomáticas y económicas de Rusia.
Los mercenarios del grupo que era liderado por Yevgeny Prigozhin han sido acusados de abusos de los derechos humanos en varios países africanos.
¿Pronóstico acertado?
Hace apenas nueve días, un experto en las intrigas internas del Kremlin pronosticó cuál podría ser el destino de Prigozhin. Christo Grozev se ha labrado una reputación en el complejo mundo del periodismo investigativo ruso. En un país donde los límites de la política y la verdad parecen siempre estar en movimiento, Grozev ha demostrado una habilidad inigualable para desentrañar sus misterios más profundos y dijo que el jefe de los mercenarios del Grupo Wagner tenía como destino ser asesinado o encabezar un nuevo motín contra Moscú.
En una entrevista dada a Financial Times, Grozev repasó lo que significaba hacer periodismo en Rusia, pero también sobre el alzamiento del patrón mercenario. ¿Por qué no fue más duro Putin contra Prigozhin?, fue la pregunta hecha el 14 de agosto pasado. “Putin salió en televisión y llamó traidor a Prigozhin. Todo el mundo sabe lo que se hace con los ‘traidores’ y Putin no lo ha hecho. Quiere verlo muerto. Aún no puede hacerlo. En seis meses Prigozhin estará muerto o habrá un segundo golpe”, dijo Grozev en aquella oportunidad.
En esa línea, altos funcionarios de la administración Biden también han advertido públicamente que el jefe de Wagner podría ser asesinado por el Kremlin tras liderar una rebelión armada. “Si yo fuera él, tendría cuidado con lo que como. Vigilaría mi menú”, declaró en julio Biden.
Bill Burns, director de la CIA, señaló que Putin tiene un largo historial de venganzas: “Según mi experiencia, Putin es el máximo apóstol de la venganza. Así que me sorprendería que Prigozhin se librara de más represalias por esto. En ese sentido, el presidente tiene razón. Si yo fuera Prigozhin, no despediría a mi catador de comida”.
“Si yo fuera Prigozhin, seguiría muy preocupado. La OTAN tiene una política de puertas abiertas; Rusia tiene una política de ventanas abiertas”, declaró el secretario de Estado Antony Blinken en julio.
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