Brasil quiere obtener el respaldo de China a su demanda de un asiento permanente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. A cambio, el gobierno de Lula da Silva ofrece dar luz verde a la adhesión de nuevos países al bloque de los BRICS, un objetivo de Beijing para ampliar su influencia económica y geopolítica.
Así lo informaron medios brasileños este martes, día en que comenzó en Johannesburgo la XV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en que uno de los principales temas de discusión será la ampliación del bloque.
Para lograr su objetivo, Brasilia hizo frente común con India y Sudáfrica. Formar parte del Consejo de Seguridad, el único organismo de la ONU que puede tomar decisiones y obligar a los miembros a cumplirlas, es un antiguo anhelo de los tres países emergentes, que ahora se ha articulado para convencer a Beijing.
Brasil y sus aliados buscan aprovechar en su favor el deseo chino de ampliar los BRICS para aumentar su influencia frente a potencias occidentales como Estados Unidos y el G7. Antes de debatir sobre las condiciones de entrada de nuevos países, los Estados miembros deben ponerse de acuerdo sobre la conveniencia de ampliar el bloque. Esto les da una ventaja negocial importante a Brasil y sus aliados.
Los argumentos de Brasil
Brasil ya ha dejado claro que estaría dispuesto a desbloquear la ampliación a condición de que tanto China como los postulantes expresaran en una declaración firmada en Johannesburgo que están a favor de la reivindicación histórica de Brasilia, así como de los indios y sudafricanos.
Según el diario Estadao, los funcionarios brasileños argumentan que el intercambio sería razonable porque en la práctica estarían cediendo influencia en los BRICS a cambio de una mera declaración por parte de China.
Además, los embajadores brasileños consideran incoherente que China patrocine la entrada de nuevos miembros en los BRICS y bloquee un proceso similar en el órgano más poderoso de las Naciones Unidas.
En ambos casos, argumentan, el objetivo sería hacer más representativas las organizaciones multilaterales y equilibrar los poderes de decisión en la gobernanza global, dando a los órganos una composición más próxima al actual escenario mundial, con presencia de países en desarrollo y del llamado Sur Global.
La postura china
A pesar de sus reiteradas peticiones, China nunca ha dejado claro que apoye la entrada de Brasil. Rusia, otro miembro BRICS del Consejo, ha declarado anteriormente su apoyo a la candidatura de Brasil.
Por eso, los negociadores prevén que es poco probable que Beijing haga esta concesión a favor de la postulación brasileña, según el medio brasileño. Esto se debe a que China está trabajando entre bastidores contra la ampliación práctica de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
En los últimos cuatro días, además, los diplomáticos chinos han presionado durante las reuniones de los sherpas, los diplomáticos que dirigen las negociaciones técnicas de la cumbre, para que Brasil e India abandonen sus reclamos, y evitar a Xi Jinping cualquier concesión.
Diplomáticos implicados en las conversaciones afirman que Brasil retrasará las negociaciones todo lo posible para que la cuestión pueda ser tratada al más alto nivel político, por los jefes de Estado y de Gobierno.
La decisión corresponderá entonces a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, Xi Jinping, Vladimir Putin (Rusia), Cyril Ramaphosa (Sudáfrica) y el primer ministro Narendra Modi (India).
Ambiciones chinas
El ingreso de nuevos países podría modificar los equilibrios geopolíticos del bloque, según los expertos, por lo que hay resistencias.
La cuestión de la expansión divide sobre todo a India y China, las dos economías más fuertes entre los cinco países miembros. Beijing quiere extender su influencia, mientras que Nueva Delhi desconfía de las ambiciones de su rival regional.
Además de China, Rusia y Sudáfrica también apuestan por una ampliación. Aún así, Brasil y India cuentan con mantener el respaldo sudafricano en la cuestión de la reforma del Consejo de Seguridad, ya que Pretoria busca ser el representante de África en el organismo.
Los candidatos con más posibilidades de ingresar al bloque son cinco: Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia. Todos cuentan con el apoyo de Beijing.
Los cinco países de los BRICS, que fundaron esta alianza en 2009, representan actualmente el 23% del PIB mundial, el 42% de la población y más del 16% del comercio global.
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