Un enorme muro de llamas avanzó durante la noche por los bosques hacia una ciudad portuaria en el nordeste de Grecia, lo que obligó a las autoridades a evacuar otros ocho pueblos y un hospital urbano mientras los bomberos combatían docenas de incendios más en todo el país el martes.
Vientos con fuerza de galerna y las altas temperaturas estivales han complicado los esfuerzos de cientos de bomberos respaldados por docenas de aeronaves que descargan agua para combatir los fuegos declarados en varios lugares de Grecia.
El nivel de riesgo de incendio en varias regiones, incluida la zona de Atenas, se consideraba “extremo” por segundo día consecutivo el martes. Las autoridades prohibieron el acceso público a montañas y bosques en esas regiones al menos hasta el miércoles por la mañana y ordenaron patrullas militares.
Dos personas murieron el lunes y dos bomberos resultaron heridos en incendios en el norte y el centro del país.
Unos 65 de los más de 100 pacientes del hospital de Alejandrópolis, en el nordeste de Grecia, fueron trasladados a un transbordador amarrado en el puerto de la ciudad conforme el incendio más grande del país ardía sin control por cuarto día. Otros fueron trasladados a otros hospitales en el norte de Grecia.
Las llamas tiñeron de rojo el cielo sobre la región, ocultando el sol tras el humo asfixiante mientras los copos de ceniza flotaban en el aire.
Una escuela, varias viviendas y un cementerio sufrieron daños en dos pueblos cerca de Alejandrópolis, donde más de 200 bomberos hacían frente al fuego con el apoyo de cuatro aviones y tres helicópteros. Otro incendio en la región de Kavala dañó docenas de casas, según las autoridades locales, mientras que el fuego en la región fronteriza de Evros avanzaba por bosques en un parque nacional protegido.
La guardia costera evacuó a 14 personas por mar durante la noche desde una zona costera cerca del puerto de Alejandrópolis.
El martes por la mañana comenzó un nuevo incendio en la zona de Aspropyrgos, en las afueras al oeste de la capital griega, que obligó a ordenar la evacuación de dos poblados cercanos.
Rumania envió 56 bomberos y Chipre aportó dos aeronaves de descarga de agua para ayudar a combatir el fuego en Alejandrópolis, mientras que bomberos franceses ayudaban con otro fuego en la isla de Evia.
Grecia sufre incendios destructivos todos los veranos. El más mortal dejó 104 fallecidos en 2018, en un balneario costero cerca de Atenas donde la población no había recibido aviso para evacuar. Desde entonces, las autoridades optan por la precaución y emiten rápidas órdenes de evacuación masiva cada vez que las zonas habitadas se ven amenazadas.
El mes pasado, un incendio en la isla turística de Rodas obligó a evacuar a unos 20.000 turistas. Días más tarde, dos pilotos de la fuerza aérea murieron cuando su avión de descarga de agua se estrelló durante un vuelo a baja altura para combatir un incendio en Evia. Este verano se han registrado otras tres muertes asociadas a los incendios.
(Con información de AP)
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