El opositor ruso Alexei Navalny, condenado recientemente a 19 años de cárcel por extremismo, ha instado a la población a votar el próximo 10 de septiembre en las elecciones regionales para hacer frente a Rusia Unida, el partido del presidente Vladimir Putin.
Navalny ha explicado que en un “país autoritario” como Rusia “el mero hecho de conseguir más votos no garantiza en absoluto el éxito ni la victoria”, si bien ha instado a los simpatizantes de la oposición a “acudir a las urnas” para “mantener la costumbre”, ya que “tarde o temprano” los comicios serán “libres”.
De esta forma, el opositor ruso ha instado a los votantes a escoger una papeleta que no sea de Rusia Unida, partido del presidente Vladimir Putin, y ha pedido a los simpatizantes de la oposición que apoyen a otros candidatos “para causar el máximo daño posible al oficialismo”.
”En 2011, nuestra campaña ‘vota por cualquier partido excepto a Rusia Unida’ derrotó al partido en el poder”, ha recordado, resaltando que los intentos de la formación gobernante para “recurrir a engaños” y certificar así los resultados provocaron “amplios movimientos de protestas”.
Las manifestaciones en protesta por el fraude electoral, en las que participaron ciudadanos de todo el espectro político, fueron convocadas en todas las ciudades importantes de Rusia, desde Sochi hasta San Petersburgo, y se saldaron con centenares de detenidos.
Finalmente, Navalny ha señalado que, pese al alto nivel de fraude existente, es necesario acudir a las urnas para hacer frente a Rusia Unida, aunque no para las elecciones a la Alcaldía de Moscú, que considera que no tienen sentido. “No valen la pena”, ha zanjado.
Las elecciones a la Alcaldía de Moscú se celebrarán el próximo 10 de septiembre durante el conocido como Día Único de Votación, fecha en la que varios territorios rusos votan a gobernadores y legisladores regionales, así como a una parte de los diputados de la Duma Estatal, el Parlamento ruso.
Los comicios también se realizarán en el mismo día en las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhzhia, lo que implica situar bajo su supuesta soberanía territorios que han sido ocupados militarmente.
Vladimir Putin no quiere sorpresas en su camino a la reelección, por lo que ha lanzado una nueva purga entre las filas opositoras con el fin de garantizar una victoria aplastante en las presidenciales de 2024.
La última víctima de la represión ha sido la organización Golos, el principal observador electoral independiente de este país y el azote del fraude desde su fundación en 2000, año en que Putin ascendió al Kremlin.
Su copresidente, Grigori Melkoniants, fue detenido el jueves y el tribunal ordenó el viernes su arresto como medida preventiva hasta el 17 de octubre, supuestamente por coordinar el trabajo de una organización “indeseable” en Rusia, es decir, la Red Europea de Organizaciones para el Monitoreo de las Elecciones (ENEMO).
(Con información de EP y EFE)
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