Estados Unidos sancionó este jueves a cuatro agentes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) por su implicación en el envenenamiento en 2020 del líder opositor ruso Alexéi Navalny, hoy preso y condenado a 19 años de cárcel.
El Departamento de Estado estadounidense ha prohibido la entrada al país de Alexéi Alexandrov, Konstantin Kudryavtse, Iván Osipov y Vladímir Panyaev.
Al mismo tiempo, el Departamento del Tesoro bloqueó todas las propiedades y activos que estas personas puedan tener en Estados Unidos, y prohibió llevar a cabo transacciones con ellos.
“El intento de asesinato contra Alexéi Navalny en 2020 demuestra el desprecio del Kremlin por los derechos humanos. Utilizaremos las herramientas de que disponemos para hacer que los verdugos del Kremlin rindan cuentas”, dijo en un comunicado el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
El 20 de agosto de 2020 Navalny enfermó gravemente durante un vuelo con dirección a Moscú, por lo que el avión tuvo que aterrizar de emergencia para que pudiera ser hospitalizado.
Según Estados Unidos, el líder opositor ruso había sido envenenado por el FSB con novichok, un agente nervioso desarrollado por la Unión Soviética y que solo ha sido utilizado por autoridades rusas.
EEUU asegura que Navalny fue seguido por agentes del FSB durante las visitas que llevó a cabo en las ciudades de Tomsk y Omsk, irrumpieron en su hotel, impregnaron el veneno en sus pertenencias e intentaron borrar cualquier rastro de evidencia.
Alexandrov, Kudryavtsev, Osipov y Panyaev pertenecen al Instituto de Criminalística del FSB, un laboratorio fundado durante la era soviética que está sancionado por Estados Unidos desde 2021.
Nueva condena
Navalny fue condenado a 19 años de prisión el pasado 4 de agosto por extremismo, es decir, por denunciar la corrupción de las más altas esferas del poder ruso, por lo que el enemigo número uno del Kremlin no verá la luz hasta 2050.
Estados Unidos exigió ese día la liberación “inmediata” del opositor ruso y tachó de “injusta” la condena.
“Diecinueve años de régimen especial. La cifra no tiene ninguna importancia. Entiendo perfectamente, como muchos presos políticos, que cumplo una cadena perpetua”, escribió Navalny en su canal de Telegram.
Y subrayó que la condena dictada este viernes por el tribunal urbano de Moscú está dirigida contra todos los rusos.
“La pena no es contra mí. Es contra ustedes. A ustedes es a quienes quieren amedrentar y privar de la voluntad de resistencia. A ustedes es a quienes quieren obligar a entregar Rusia sin lucha a una banda de traidores, ladrones y sinvergüenzas que han tomado el poder”, subrayó.
Añadió: (el presidente, Vladimir) “Putin no debe lograr sus objetivos. No pierdan la voluntad de resistir”.
En la cárcel desde enero de 2021, cumplía ya dos condenas que sumaban nueve años de reclusión.
Las audiencias de sus múltiples procesos y sus mensajes difundidos por sus allegados en las redes sociales se han convertido en sus tribunas.
Juzgado en una prisión de alta seguridad en la región de Vladimir, a 250 km al este de Moscú, allegados, periodistas y simpatizantes pudieron seguir por televisión este último juicio en una retransmisión de baja resolución.
(Con información de EFE y AFP)
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