Christo Grozev se ha labrado una reputación en el complejo mundo del periodismo investigativo ruso. En un país donde los límites de la política y la verdad parecen siempre estar en movimiento, Grozev ha demostrado una habilidad inigualable para desentrañar sus misterios más profundos y lanza un pronóstico sombrío: cree que Yevgeny Prigozhin, jefe de los mercenarios del Grupo Wagner, tiene como destino ser asesinado o encabezar un nuevo motín contra Moscú.
En una entrevista dada a Financial Times, Grozev repasó lo que significaba hacer periodismo en Rusia, pero también sobre el alzamiento del patrón mercenario. ¿Por qué no fue más duro Putin contra Prigozhin?, fue la pregunta. “Putin salió en televisión y llamó traidor a Prigozhin. Todo el mundo sabe lo que se hace con los ‘traidores’ y Putin no lo ha hecho. Quiere verlo muerto. Aún no puede hacerlo. En seis meses Prigozhin estará muerto o habrá un segundo golpe”.
Sentado en un café en el corazón de Moscú, Grozev -investigador de Bellingcat, uno de los medios rusos más perseguidos por el Kremlin- relata sus primeros días como periodista en una Rusia post-soviética. “Recuerdo cuando comencé en los años 90. Rusia era un lugar de inmensa esperanza y, al mismo tiempo, de incertidumbre. Había una sensación palpable de cambio en el aire, pero nadie estaba realmente seguro de hacia dónde se dirigía el país.”
Desde entonces, ha sido testigo de innumerables transformaciones en la política rusa. Ha observado cómo figuras de la vieja guardia han cedido el paso a nuevos jugadores, y cómo estos últimos han adoptado y modificado las tácticas de sus predecesores. Pero, para Grozev, un desafío ha permanecido constante: la lucha contra la desinformación.
“La información siempre ha sido una herramienta poderosa en Rusia”, dice Grozev. “En el pasado, la falta de acceso a fuentes confiables hacía que muchos dependieran de rumores y chismes. Pero ahora, en la era de la información digital, la desinformación se propaga con una rapidez y alcance sin precedentes.”
A lo largo de su carrera, Grozev ha destapado numerosos escándalos y conspiraciones. Desde la interferencia en las elecciones hasta el encubrimiento de desastres ambientales, su trabajo ha arrojado luz sobre las operaciones más sombrías del gobierno ruso. Pero no ha estado exento de riesgos. “He enfrentado todo tipo de amenazas a lo largo de los años”, confiesa. “Desde intentos de intimidación hasta campañas de difamación en línea. Pero nunca he permitido que eso me detenga. La verdad es demasiado importante.”
También se refirió a la estrategia de Putin en Ucrania, país al que invadió en febrero de 2022 y dejó un incalculable costo humanitario. “La estrategia de Putin en la guerra de Ucrania consiste claramente en retrasar cualquier resultado militar hasta las elecciones estadounidenses. Espera que el apoyo occidental se vea estrangulado por una victoria de Trump”.
Es evidente la pasión de Grozev por su país y su compromiso con un periodismo honesto y riguroso. “Rusia es más que sus líderes o sus políticas del momento. Es un país de cultura rica, historia profunda y gente increíble. Y es por esa gente por la que sigo adelante.”
Mirando hacia el futuro, Grozev es optimista. Cree que el paisaje mediático está evolucionando, con más rusos buscando fuentes de noticias independientes y confiables. “La juventud, en particular, está hambrienta de verdad. Y mientras esa hambre exista, siempre habrá una demanda de periodismo de calidad.”
Antes de despedirse, Grozev ofrece un último pensamiento. “La verdad tiene un poder duradero. Puede ser suprimida, distorsionada o ignorada, pero nunca realmente desaparece. Y mientras haya periodistas dispuestos a buscarla, siempre encontrará su camino hacia la luz.”
Nuevos ataques
Ucrania derribó oleadas de misiles y drones rusos que se dirigían a Odesa, informó su ejército el lunes, el último de una serie de ataques en la región meridional en la costa del Mar Negro. “El enemigo atacó la región de Odesa tres veces durante la noche, usando dos oleadas de drones de ataque, un total de 15, y ocho misiles marítimos de tipo Kalibr”, escribió en Telegram el Comando Operacional Sur.
Las fuerzas aéreas de defensa repelieron todos los ataques, pero la caída de escombros dañó una residencia estudiantil y un supermercado, y dejó tres trabajadores heridos, según el ejército.
“La onda expansiva dañó ventanas y balcones en varios edificios”, así como “carros estacionados cerca”, prosiguió, al tiempo que añadió que bomberos combatían dos incendios. Fotos y videos difundidos por el ejército en Telegram muestran a bomberos tratando de extinguir las llamas que consumían un supermercado, del que salía una columna de humo. Rusia y Ucrania han aumentado sus ataques en el Mar Negro desde que Moscú salió de un acuerdo el mes pasado que permitía a Kiev exportar granos mediante el uso de corredores seguros.
Desde que se retiró del acuerdo, Moscú ha bombardeado de forma regular los puertos marítimos en la región de Odesa, en el sur de Ucrania, que fueron clave para las exportaciones de esos productos. El 2 de agosto, Rusia atacó las estructuras portuarias de Izmaíl, en la región de Odesa junto al río Danubio. Fronteriza con Rumania, se trata de una de las principales rutas para el tránsito de productos agrícolas ucranianos.
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