El Ejército jordano anunció este domingo el derribo de un drone procedente de Siria que cruzó ilegalmente la frontera con un cargamento de metanfetamina, en una nueva operación antidroga por parte de las autoridades jordanas y en medio de conversaciones con Damasco para detener el contrabando de estupefacientes.
Las Fuerzas Armadas jordanas indicaron en un comunicado que “frustraron un intento de contrabando de una cantidad de cristal transportada por un drone procedente del territorio sirio”, sin revelar la cantidad de droga que fue incautada.
La nota añadió que la divisoria entre Jordania y Siria está sujeta a una estricta “vigilancia, seguimiento y control”, por lo que se avistó la aeronave no tripulada rápidamente y se procedió a su derribo.
La metanfetamina fue “incautada y trasladada a las autoridades competentes”, mientras que el Ejército aseguró que “siempre está al acecho de cualquier persona que intente comprometer la seguridad de la patria y de sus ciudadanos”.
Jordania habitualmente anuncia operaciones antidroga por vía terrestre, pero en los últimos meses han proliferado los intentos de contrabando de narcóticos con drones, después de que las autoridades del país árabe intensificaran la vigilancia en la frontera.
Esto tiene lugar unas semanas después de que se inaugurara en Amán la primera reunión del comité conjunto jordano-sirio para la cooperación en la lucha contra el contrabando de drogas desde Siria.
El comité empezó a reunirse después de que el pasado 7 de mayo Siria fuera readmitida a la Liga Árabe tras 12 años de suspensión, y con el compromiso de que el régimen de Damasco redoblara sus esfuerzos para hacer frente al tráfico de drogas que se distribuyen desde territorio sirio, especialmente el estimulante sintético “captagón”.
Siria se ha convertido en un centro de producción de droga, debido a la inestabilidad en el país por el conflicto armado iniciado en 2011, y exporta a sus vecinos a través de las porosas fronteras con Irak, Líbano, Jordania y Turquía.
Las autoridades sirias no han hecho ningún comentario al respecto. En una entrevista concedida la semana pasada, el dictador sirio, Bashar al-Assad, negó el papel de Siria en el tráfico de drogas y afirmó que acabar con el contrabando de estupefacientes era un interés común que Damasco comparte con los países árabes.
El mes pasado el ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen, acusó al régimen de Al Assad de distribuir droga y desestabilizar Medio Oriente, y pidió que se impongan sanciones a Siria para acabar con este creciente fenómeno.
“El régimen de Al Asad distribuye drogas y sacude la estabilidad regional”, declaró Cohen durante una conferencia internacional que abordó la lucha contra los estupefacientes en la región, según un comunicado del Ministerio de Exteriores israelí.
Cohen alegó que el régimen sirio “debe rendir cuentas por sus acciones y se le deben imponer sanciones significativas”.
El Captagon es la droga del grupo terrorista Hezbollah producida en el Valle de Bekaa al sur del Líbano para distribuir a milicianos que permanecen varios días en alerta en el frente de batalla de Siria, que posteriormente se diseminó a jóvenes del mundo árabe. Estos tienen difícil acceso al consumo de alcohol pero cada vez más sencillo alcance a este opiáceo al que se le denomina “droga del sueño”.
Es elaborada por el grupo terrorista y es consumida por una gran cantidad de combatientes en Siria, porque permite estar despierto por varios días y vale muy poco dinero. Hezbollah, además la introdujo entre los jóvenes de Arabia Saudita y el Golfo, ya que una botella de whisky -producto ilícito contrabandeado vale 800 dólares- es demasiado cara comparada con una dosis o píldora de captagon que oscila entre medio dólar en Siria a 10 o 15 en el Golfo.
(Con información de EFE y Reuters)
Seguir leyendo: