Las fuerzas navales occidentales que operan en el Golfo advirtieron a los buques que navegan por el estratégico estrecho de Ormuz que no se acerquen a aguas iraníes para evitar el riesgo de apresamiento, según declaraciones emitidas durante el fin de semana.
“Se está aconsejando a los buques que transiten lo más lejos posible de las aguas territoriales iraníes” para minimizar el riesgo de incautación, declaró a la AFP el portavoz de la Quinta Flota estadounidense, el comandante Tim Hawkins.
El Escudo Internacional de Seguridad Marítima (IMSC), liderado por Washington, está “notificando a los navegantes regionales sobre las precauciones apropiadas para minimizar el riesgo de incautación en base a las tensiones regionales actuales, que buscamos desescalar”, agregó.
La alianza, creada en 2019, está formada por 11 países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Su misión, según su página web, es “proporcionar tranquilidad a la marina mercante en la región de Oriente Medio”.
Aumento de la amenaza
La agencia de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido (UKMTO) informó a última hora del sábado en un comunicado de que había sido “informada de un aumento de la amenaza en las proximidades del estrecho de Ormuz”, por donde pasa un tercio del petróleo transportado por mar en todo el mundo.
La agencia aconsejó a todos los buques que “actúen con precaución e informen de cualquier actividad sospechosa a la UKMTO”.
En un comunicado difundido el sábado por la tarde, la empresa de seguridad marítima Ambrey afirmó que han sido advertidos por las autoridades griegas y estadounidenses, así como por otras, “de un ataque a un buque mercante... en el Estrecho de Ormuz en las próximas 12 a 72 horas”.
“Anteriormente, tras una advertencia similar, un buque mercante fue apresado por las autoridades iraníes bajo un falso pretexto”, añadió.
De momento, las autoridades iraníes no han reaccionado a las advertencias.
Esto se produce días después de que Estados Unidos e Irán llegaran a un acuerdo para liberar a cinco prisioneros estadounidenses a cambio de la liberación de fondos iraníes congelados con fines humanitarios, lo que hace albergar esperanzas de reducir las tensiones entre los adversarios.
El lunes, más de 3.000 marineros estadounidenses llegaron a Oriente Próximo como parte de un plan para reforzar su presencia militar en la región, con el que Washington afirma que pretende disuadir a Irán de apoderarse de barcos y petroleros.
En los últimos años, Washington y Teherán han mantenido una guerra verbal por una serie de incidentes en aguas del Golfo, entre ellos misteriosos ataques a buques, el derribo de un avión no tripulado y el apresamiento de petroleros.
Según el ejército estadounidense, Irán se ha incautado o intentado requisar casi 20 embarcaciones con bandera internacional en aguas del Golfo en los últimos dos años.
En julio, la Marina estadounidense anunció que la Guardia Revolucionaria iraní había detenido un buque comercial “sospechoso de participar en actividades de contrabando” en aguas internacionales del Golfo, un día después de acusar a la marina iraní de intentar apoderarse de dos petroleros comerciales frente a las costas de Omán.
A principios de año, Irán se apoderó de dos petroleros en una semana en aguas del Golfo.
(Con información de AFP)
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