Israel atraviesa un momento de múltiples desafíos. Tanto en un plano externo —la amenaza nuclear de Irán, las crecientes tensiones con Hezbollah en la frontera norte, la renovada relación con los países árabes—, como interno, tras las convulsiones desatadas por la reforma judicial del gobierno de Netanyahu y un repunte de la violencia en Cisjordania por parte de palestinos y colonos israelíes.
Sobre estas cuestiones, de estricta actualidad y de importancia capital para el estado judío, Infobae habló con un importante funcionario israelí bajo la condición de mantener su identidad bajo reserva, en una conversación que representó una oportunidad única para entender el punto de vista y las estrategias de Jerusalén.
El programa nuclear iraní
El programa nuclear iraní es sin duda una de las cuestiones que más preocupa a los líderes civiles y militares israelíes. El país persa ha estado avanzando al galope con su programa atómico, excediendo abiertamente los límites del acuerdo sobre enriquecimiento y almacenamiento de uranio, y construyendo una nueva instalación nuclear con tal profundidad que probablemente sea impermeable a las armas estadounidenses e israelíes.
Los expertos dicen que Irán ahora puede desarrollar bombas atómicas si decide hacerlo. Una evaluación de inteligencia de EEUU publicada en julio dijo que Irán no está buscando armas nucleares en este momento, pero ha intensificado las actividades que podrían ayudarlo a desarrollarlas.
Al respecto, el funcionario confirmó que el plan iraní para construir una bomba nuclear está avanzando a un “ritmo muy rápido” y dijo que cree que Teherán “ha alcanzado el nivel en el que puede decidir si crear una bomba o no”.
Por otro lado, la fuente explicó que los iraníes se sienten cómodos con esta situación. Teherán busca jugar con la ambigüedad que supone contar con la capacidad de construir un arma atómica, pero sin tenerla aún, para aumentar sus márgenes de maniobra en las negociaciones con los Países europeos sobre su programa nuclear.
El impacto de la reforma judicial
La reforma judicial, que limitará la capacidad de los jueces para anular las decisiones del gobierno que consideren “irrazonables”, dividió profundamente a la sociedad israelí y desató una ola de protestas sin precedentes en el país desde su presentación a inicios de año.
Esa división se reflejó en las fuerzas armadas. El temor de múltiples analistas es que la situación pueda generar una brecha en la arquitectura de disuasión contra Irán y Hezbollah, en momentos en que miles de reservistas dijeron estar dispuestos a no responder a la llamada al servicio hasta que no se retire la medida.
Al respecto, el funcionario no negó las divisiones en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Confirmó que muchos reservistas no están respondiendo a la llamada al servicio, pero aseguró que por el momento la situación no afectó las capacidades del ejército y su fuerza de disuasión.
No obstante reconoció que la situación podría volverse “muy problemática en ambas cuestiones” si continúa en el largo plazo.
La situación en Cisjordania
Cisjordania vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005); este 2023 ya han muerto 177 palestinos en el marco del conflicto palestino-israelí, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles. El área ha visto además la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 30 muertos del lado israelí, la mayoría colonos, cinco de ellos menores, y 3 uniformados.
En paralelo, en la zona aumentan las agresiones de colonos contra los palestinos, algo que el portavoz del Ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, calificó el lunes de “terrorismo” y que a su vez incita a éstos a cometer más “actos terroristas”.
Con respecto a los nuevos grupos armados palestinos, la fuente subrayó un elemento novedoso de los mismos: explicó que se trata de grupos de jóvenes influenciados por redes sociales como TikTok, sin una agenda y una ideología clara. Los nuevos grupos, afirmó el funcionario, son más parecidos a pandillas de estilo latinoamericano que a grupos de milicianos.
“Los jóvenes que no van a la escuela y no trabajan, y sus padres no tienen dinero. Ven esos vídeos en TikTok y ven un arma y les resulta atractivo. Así que toman un arma e intentan atacar a israelíes”, resumió el funcionario.
Las autoridades para evitar estos ataques buscan recopilar información e inteligencia. Aunque calificaron la situación de “complicada”.
Por otro lado, la fuente reafirmó el compromiso israelí en condenar la violencia de los colonos en la zona. “Decimos ante las cámaras, como dijo Hagari, que esto está mal, está prohibido, va contra la ley. No es la manera judía, y no es la manera en que se comporta un civil en un país democrático”, explicó. Ante estos actos, la fuente subrayó que las FDI trabajan con la policía israelí para encontrar a los responsables y realizar las detenciones correspondientes. “Y ésta es la mayor diferencia entre nosotros y nuestros enemigos”, dijo el funcionario.
Las protestas palestinas en la Franja de Gaza
Mientras en Cisjordania aumentan los enfrentamientos, en la Franja de Gaza miles de personas salieron a la calle en las últimas semanas para exigir mejores condiciones de vida, en una rara muestra de ira pública contra el gobierno de Hamas. Israel observa con interés estos movimientos que, si bien han sido efímeros en el pasado, parecen mostrar cierto hartazgo de la población civil contra el grupo terrorista.
“Los habitantes de la Franja de Gaza ya han tenido suficiente. Todo lo que quieren, la mayoría de los civiles normales, es vivir una vida pacífica, ir a trabajar, volver a casa. No quieren guerras ni cohetes”, analizó el funcionario. “E Israel tampoco lo quiere”.
El funcionario culpó de la situación a los altos mandos de la organización terrorista.
“Los dirigentes de Hamas no viven en la Franja de Gaza”, consideró. “Viven en Dubái y en ciudades caras, viven en hoteles caros y conducen Mercedes. No sienten el sufrimiento que vive su pueblo”.
Las tensiones en la frontera con el Líbano
Más al norte, en la frontera con El Líbano, alrededor de la demarcación internacional conocida como Línea Azul, Israel se enfrenta en los últimos meses a crecientes provocaciones de Hezbollah, el grupo terrorista libanés financiado por Irán.
El aumento de las amenazas se debe a tres razones, según la fuente consultada por Infobae: las maniobras de Irán, la crisis en el Líbano y las tensiones internas en Israel.
Sobre el papel de Irán, el funcionario aseguró que el régimen persa “decidió que es hora de utilizar el ejército que construyó en la frontera norte”. Por eso, dio al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, “una orden directa de empezar a irritar a Israel” en la zona.
La razón, explicó el funcionario, es buscar distraer Israel “para que pensemos menos en lo que pasa en Irán”.
La segunda razón tiene que ver con la situación de El Líbano, un país sumido desde hace años en una profunda crisis política y económica. Una situación que busca ser aprovechada por Nasrallah, según el funcionario, para tomar el control del país de los cedros.
A través de las provocaciones contra Israel, el líder terrorista “quiere mostrar al pueblo del Líbano que Israel le tiene miedo”, es el análisis que llega del lado israelí.
La tercera razón son las tensiones que se desataron en Israel tras la reforma judicial. “Nasrallah e Irán ven las cosas que están pasando dentro de Israel ahora como una oportunidad para provocarnos y hacer que la crisis dentro de Israel se vuelva más grande”, explicó el funcionario.
Aún así, la estrategia israelí es resolver el asunto por la vía diplomática, colaborando con las tropas de la ONU desplegadas en la Línea Azul. Israel no busca una escalada. Pero responderá si la amenaza empeorará.
“Por ahora, lo que esté haciendo Hezbollah no supone una amenaza para la seguridad nacional de Israel”, dijo el funcionario. “Mientras no haya una amenaza militar real no tomaremos acciones militares que inicien algún tipo de escalada porque no estamos buscando una”, agregó. “Pero si en algún momento Hezbollah decide que supone una amenaza real para Israel, lo lamentará muchísimo”.
La normalización entre Israel y los países árabes
El funcionario también habló de la posible normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, impulsada por Estados Unidos y que tendría grandes repercusiones para la región y el conflicto palestino-israelí. El posible acuerdo es visto con recelo por Irán, un país históricamente enfrentado a Riad por motivos geopolíticos y religiosos.
“Los Acuerdos de Abraham han cambiado la situación geopolítica en Oriente Medio”, dijo el funcionario sobre los pactos que sentaron nuevas bases en las las relacione de Israel con varios países árabes.
“Irán está muy, muy preocupado”, aseguró, porque siente que podría quedar rodeado tras el giro diplomático, una estrategia especular a la del país persa, que intenta aislar a Israel a través de apoderados como Hezbollah en el norte y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza.
“Nosotros no estamos intentando aislarlos o rodearlos, pero ahora países como los del Golfo son amigos de Israel”, reflexiona el funcionario. En este sentido, una eventual normalización del vínculo con Arabia Saudita sería “beneficiosa” para la región y “contribuirá enormemente a la economía, el turismo y a las operaciones militares”.
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