Las autoridades polacas anunciaron la evacuación, este viernes, de unos 14.000 vecinos de la ciudad de Lublin (este), tras el hallazgo anoche de una gran cantidad de explosivos sin detonar que datan de la Segunda Guerra Mundial.
Según el equipo de zapadores que ha examinado el lugar, “el riesgo de explosión es muy alto” y se ha hallado al menos una bomba con un peso de unos 250 kilos, lo que hace urgente la evacuación de la zona y de las calles aledañas.
Las labores de evacuación comenzaron a las 07.00 hora local (05.00 GMT), y las autoridades han puesto en marcha un dispositivo de transportes públicos, aparcamientos gratuitos, asistencia para discapacitados, puntos de recogida y refugios temporales.
Se ha pedido a todos los evacuados que abandonen el área antes de las 11.00 hora local (09.00 GMT) y que antes de dejar sus viviendas corten los suministros de gas, agua y electricidad, cierren puertas y ventanas y que lleven consigo sus documentos de identidad y medicamentos necesarios.
Una vez se complete la evacuación, un comando de zapadores militares intentará desactivar los explosivos, operación que podría llevar horas.
En las inmediaciones de la calle Wronska, el lugar donde se hallaron los explosivos, había un pequeño aeródromo y una fábrica de aviones que fue bombardeada por Alemania en septiembre de 1939, poco después de desencadenarse la II Guerra Mundial, y se cree que la bomba encontrada y los explosivos pueden ser de esa época.
Los hallazgos de explosivos y bombas que han permanecido enterrados desde aquella contienda son relativamente frecuentes en Polonia, donde tuvieron lugar algunos de los combates más intensos de toda la guerra.
Hace un mes fueron halladas 72 piezas de artillería sin explotar en el terreno de una escuela situada a unos 80 kilómetros de Varsovia mientras se trabajaba en la renovación de las tuberías del centro.
El año pasado, miles de habitantes de Breslavia (oeste) fueron evacuados en dos ocasiones tras sendas alarmas causadas por el hallazgo de varias bombas, una de ellas de media tonelada, cuando se llevaban a cabo trabajos de construcción, y en febrero de este año una niña de 11 años se hirió al disparar accidentalmente un fusil de la II Guerra Mundial que había encontrado en un bosque.
(Con información de EFE)
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