Los bomberos de una de las zonas más inundadas de China trataban este lunes de instalar sistemas de drenaje para socorrer a Zhuozhou, una de las ciudades más afectadas por el devastador el tifón Doksuri, que azotó amplias zonas del país desde la semana pasada.
Imágenes de drones de la cadena estatal CCTV mostraban que las principales carreteras de la zona urbana seguían inundadas. Los bomberos han colocado largas tuberías, de unos 130 metros en total, para dirigir el agua a los embalses cercanos. Estas tuberías pueden manejar una cantidad considerable de agua: unos 4.000 metros cúbicos cada hora, según la CCTV.
Zhuozhou, en la provincia de Hebei, es una de las ciudades del norte de China más afectadas por las fuertes inundaciones tras el tifón Doksuri, que empezó a causar inundaciones en esas áreas desde este jueves.
La situación en Shulan
En el norte de China, Shulan, una ciudad de unos 700.000 habitantes situada cerca de la frontera con Corea del Norte en la provincia de Jilin, fue otra de las ciudades más afectadas por las inundaciones.
Allí 14 personas murieron por los efectos del tifón, que provocó inundaciones, deslizamientos de tierra y cortes de electricidad y comunicación en varias zonas.
El gobierno local ha movilizado a diversos equipos de rescate para evacuar a los residentes, reparar las carreteras y restablecer el suministro eléctrico y la comunicación para reanudar la vida normal de la población lo antes posible, informó la agencia estatal Xinhua.
Según las autoridades locales, el nivel del agua en los embalses y los principales ríos ha descendido hasta un rango considerado seguro, después de que la ciudad sufriera lluvias continuas desde el pasado martes por la noche.
Shulan llegó a registrar precipitaciones medias diarias de 111,7 milímetros, por encima del rango a partir del cual las lluvias se consideran torrenciales, 60 milímetros.
Volumen de lluvia inédito en 140 años
La prensa china indicó este sábado que “decenas” de ríos en las provincias nororientales de Liaoning y Heilongjiang habían superado sus niveles de seguridad ante la lluvia, con varias presas acumulando también más agua de la permitida y viéndose obligadas a desembalsar.
Las autoridades meteorológicas del país ya habían advertido durante la semana de lluvias “extremadamente fuertes” en el noreste del país debido a los efectos del tifón Doksuri.
Doksuri provocó en Beijing lluvias de un volumen no visto desde hace 140 años, que se saldaron con más de una veintena de fallecidos en la ciudad y en la región circundante.
En 2021 y 2022, los veranos ya habían estado marcados por unas precipitaciones de una intensidad inédita en décadas en el centro del país, con más de 300 muertos, y por una persistente sequía en zonas más al sur.
(Con información de Reuters y EFE)
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