Las labores de retirada del emblema soviético del monumento a la “Madre Patria” de Kiev, considerada una de las estatuas más altas de Europa, han concluido este martes, según informaron medios ucranianos.
El emblema, en el que figuraban la hoz y el martillo rodeados de una guirnalda de mazorcas de maíz, será reemplazado por el tridente nacional ucraniano y se espera que la sustitución esté lista antes del Día de la Independencia, que se celebra el próximo 24 de agosto.
El propio monumento, inaugurado en 1981 como símbolo de la victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial, también pasará a ser denominarse “Madre Ucrania” en lugar de “Madre Patria”.
La sustitución tiene un coste de 28 millones de grivnas (690.000 euros), financiado por donantes privados, de acuerdo con el diario Ukrainska Pravda.
El ministro ucraniano de Cultura en funciones, Rostyslav Karandeev, asistió al desmantelamiento este martes y según este mismo medio declaró que se trata de una acontecimiento histórico puesto que con él el país se está desprendiendo de los restos de su pasado soviético.
El reemplazo forma parte del proyecto de eliminación de las referencias soviéticas y rusas del espacio público que se ha visto impulsado por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
La estatua, de 102 metros de altura contando su pedestal y 450 toneladas de peso, es uno de los monumentos más emblemáticos de Kiev y representa a una mujer con un escudo en una mano y una espada en la otra.
La hoz y el martillo desmontados serán entregados al Museo de la Historia de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial.
La cartera de Cultura había lanzado una encuesta ciudadana en 2022 para determinar qué hacer con la estatua. El 85 por ciento de los participantes abogaron por retirar la simbología soviética del monumento, tal y como recuerda la agencia UNIAN.
Figuras públicas ucranianas han planteado en repetidas ocasiones que la simbología soviética en la estatua es un símbolo de esclavitud.
El Parlamento de Ucrania aprobó en 2015 una ley que condena las dictaduras totalitarias, incluidas la soviética, y prohíbe su simbología en espacios públicos el país. La aplicación de la ley había sido lenta hasta el estallido de la guerra en febrero de 2022.
Inaugurada por el líder de la URSS Leonid Brezhnev en 1981, cuando Ucrania era una de las 15 repúblicas soviéticas, la estatua pronto se convirtió por su espectacularidad y su emplazamiento a orillas del tramo del río que divide en dos la ciudad en uno de los símbolos más reconocibles de la capital ucraniana.
A partir de 2014, cuando la Rusia de Vladimir Putin invadió por primera vez Ucrania en represalia por el derrocamiento tras meses de protestas callejeras del último presidente prorruso del país, el Parlamento ucraniano aprobó varias leyes para eliminar, o al menos atenuar, las huellas de siglos de dominio ruso y soviético en el espacio público.
La estatua de la Madre Patria era, desde un primer momento, uno de los objetivos claros de estas leyes. Pero, independientemente de sus orígenes, el monumento formaba ya parte de la identidad de la capital de Ucrania.
Aunque nació como un homenaje a la patria soviética que los ucranianos compartían en plano de inferioridad con los rusos, la orgullosa figura femenina que alza su espada y su escudo al cielo de Kiev se había convertido para muchos en un símbolo de la resistencia de la ciudad y de Ucrania a la voluntad de someterlas de Rusia.
(Con información de EFE y Europa Press)
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