Un grupo de manifestantes prendió fuego un ejemplar del Corán, el libro sagrado del islam, frente al Parlamento de Suecia en una acto de protesta frecuente en las últimas semanas y por los que países musulmanes han desaprobado contundentemente a Estocolmo.
Salwan Najem y Salwam Momika, los dos impulsores del acto de quema del Corán, han protagonizado ya varias de estas protestas. “El Corán debe ser prohibido”, ha manifestado uno de ellos antes de incendiar un ejemplar del libro sagrado, según recoge el medio Expressen.
Esta es la tercera ocasión en que Najem y Momika queman ejemplares del Corán, un tipo de manifestaciones permitidas por las autoridades suecas, que se amparan en la libertad de expresión.
Países musulmanes han condenado fervientemente estos hechos. De hecho, son ya varios los que han convocado a los embajadores o encargados de negocios suecos en su territorio. Manifestantes llegaron incluso a asaltar y quemar la Embajada sueca en Irak.
Decenas de personas se agruparon alrededor de la embajada, de donde emergía una columna de humo, mientras policías antidisturbios se desplegaban por la zona para tratar de controlar la situación.
Algunos videos en redes sociales mostraban a los manifestantes a las afueras de la embajada sueca ondeando banderas y carteles que mostraban al influyente clérigo y líder político iraquí Moqtada Sadr.
Otras imágenes mostraban a un grupo de hombres dentro de lo que parecía ser una habitación de la representación sueca en territorio iraquí.
Quema de otros libros religiosos en Suecia
El derecho a las manifestaciones públicas está arraigado en Suecia y protegido por la Constitución. Las leyes contra la blasfemia fueron suspendidas en la década de 1970.
Este tipo de quemas de libros sagrados ya han ocurrido previamente en Suecia y en otros países europeos, a veces a iniciativa de movimientos de extrema derecha. En el pasado han generado manifestaciones y tensiones diplomáticas.
El pasado 14 de julio, Israel protestó por el permiso que concedieron autoridades de Suecia para que se queme una Torá (texto sagrado del judaísmo) y una Biblia frente a la embajada israelí en Estocolmo, luego del revuelo e indignación que causó la quema de un ejemplar del Corán en junio.
“Condeno inequívocamente el permiso otorgado en Suecia para quemar libros sagrados. Permitir la desfiguración de textos sagrados no es un ejercicio de libertad de expresión, es una incitación flagrante y un acto de puro odio”, indicó el presidente de Israel, Isaac Herzog, en un comunicado.
“Condené la quema del Corán, sagrado para los musulmanes de todo el mundo, y ahora estoy desconsolado porque el mismo destino le espera a la Biblia judía, el libro eterno del pueblo judío”, añadió.
“Quemar un rollo de la Torá es un crimen de odio, una provocación y un daño grave al pueblo judío y la tradición judía”, consideró el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, quien pidió al embajador de Israel en Suecia, Ziv Nebo Coleman, actuar “de todas las formas necesarias para evitar este vergonzoso incidente”.
(Con información de EFE, AFP, AP y Europa Press)