El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo el sábado que Estados Unidos considera que el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, se encuentra en Corea del Norte para asegurarse suministros de armas para la invasión de Ucrania.
El ministro ruso viajó esta semana a Pyongyang, donde participó en los actos del 70º aniversario del armisticio de la guerra de Corea y visitó una exhibición de defensa junto al líder norcoreano Kim Jong-un.
“Dudo mucho que esté allí de vacaciones”, dijo Blinken a los periodistas durante una visita a Australia.
“Vemos que Rusia busca desesperadamente apoyo, armas, donde sea que las pueda encontrar, para continuar ejecutando su agresión contra Ucrania”, afirmó.
“Vemos esto en Corea del Norte, vemos esto también en Irán, que ha suministrado a Rusia muchos drones que usan para destruir infraestructuras civiles y matar civiles en Ucrania”, agregó.
Corea del Norte ha sido uno de los escasos países que ha subrayado públicamente su apoyo a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y esta semana Moscú le ha devuelto la palmada en la espalda con la visita de Shoigu.
Rusia es un aliado histórico de Corea del Norte y una de las pocas naciones con las que este país hermético mantiene relaciones amistosas.
“Apoyo inquebrantable” a la invasión rusa a Ucrania
El jueves, Kim presidió el desfile militar para el 70º aniversario del armisticio de la guerra de Corea con Shoigu situado a su derecha y Li Hongzhong, miembro del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh), a su izquierda en el palco instalado en la céntrica plaza Kim Il-sung de Pyongyang frente al Gran Palacio de Estudios del Pueblo.
Durante el evento, los saludos militares y rostros solemnes se alternaron en la tribuna con risas y gestos cómplices entre los tres mientras desfilaban hileras de tropas, blindados o proyectiles de todo tipo.
Kim Jong-un también se reunió con Shoigu el jueves para hablar de la necesidad de “un mayor desarrollo de la colaboración y cooperación estratégica y táctica entre los dos países en el campo de la defensa y la seguridad”, según KCNA.
El ministro de Defensa ruso aprovechó por su parte una conferencia celebrada en Pyongyang para transmitir un mensaje del presidente Vladímir Putin elogiando “el apoyo inquebrantable de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) para con la operación militar especial (de Rusia)” en Ucrania.
La imagen que resultó del desfile del jueves, y en general la que deja la presencia de las delegaciones que han liderado Shoigu y Li, es una de camaradería entre Pyongyang , Moscú y Beijing en un momento marcado por la creciente polarización en el marco de la guerra de Ucrania y también en el noreste de Asia, donde a su vez Washington busca hacer piña con Seúl y Tokio con creciente insistencia.
En el acto del jueves, Pyongyang mostró los nuevos frutos de su programa de modernización armamentística, que incluye nuevas armas nucleares. Fue la primera vez que comitivas chinas o rusas invitadas por Pyongyang a una de estas paradas militares vieron desfilar tanto armamento norcoreano con capacidad nuclear potencial.
Esto supone una muestra, inédita hasta ahora, del beneplácito de Moscú y Beijing -que se niegan a estas alturas a sancionar al régimen norcoreano por sus pruebas de armas- para con el desarrollo de armas de destrucción masiva por parte de Kim Jong-un.
Armas nucleares y nuevos drones
Durante el desfile, el régimen exhibió sus misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de mayor alcance, el Hwasong-17 y el aún más sofisticado Hwasong-18, que usa combustible sólido y fue testado por segunda vez el pasado 12 de julio desde las cercanías de Pionyang. También mostró otros de sus activos más nuevos, hasta ahora no incluidos antes en sus, cada vez más habituales, desfiles militares en la capital.
Entre esas novedades se contó el dron submarino Haeil, probado la pasada primavera y que Pyongyang asegura que es capaz de generar tsunamis radiactivos al igual que el Poseidón ruso.
También se vio uno de los aviones no pilotados de nuevo desarrollo, cuyo diseño recuerda al Reaper estadounidense, célebre por su uso para destruir objetivos en Afganistán e Irak.
Pero todo este armamento ya lo había visto Shoigu el miércoles cuando Kim lo llevó a una exposición en la capital norcoreana.
(Con información de AFP y EFE)
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