El ministro chino de Exteriores, Qin Gang, que lleva fuera de la escena pública un mes, fue destituido este martes y relevado por su antecesor en el cargo, Wang Yi.
Qin no aparece en público desde el pasado 25 de junio, día en que se reunió en la capital china con funcionarios de Sri Lanka, Rusia y Vietnam, y, desde entonces, se ha ausentado de varios eventos diplomáticos, despertando todo tipo de especulaciones acerca de su paradero y su situación.
El Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) aprobó este martes en una reunión inusual la destitución de Qin y el regreso de Wang Yi como canciller, recoge la agencia estatal Xinhua en un escueto comunicado.
El presidente y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, firmó una orden para hacer efectiva la decisión, agrega la agencia.
La destitución de Qin se produce tras su vertiginoso ascenso el pasado diciembre, cuando su tono firme y agresivo fue premiado con la cancillería del país, dando inicio a meses de actividad frenética con la apertura del país tras el fin de la política del “cero COVID”.
Qin reemplazó entonces a Wang Yi con una agenda internacional marcada por la Guerra en Ucrania o la creciente rivalidad con Washington.
Su última aparición pública de alto nivel tuvo lugar el pasado junio, cuando se reunió en Beijing con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un momento en el que ambas partes trataban de recuperar la comunicación para evitar mayores conflictos.
Qin tenía previsto acudir a la última cumbre de la ASEAN que se celebró en Indonesia, a la que, según Beijing, faltó “por motivos de salud”.
Tampoco participó en las reuniones que mantuvieron en Beijing la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, y el enviado especial de la Casa Blanca para el Cambio Climático, John Kerry, quien fue recibido por Wang Yi.
China ha mantenido un hermético silencio durante semanas sobre el destino de Qin, quien no ha sido visto en público desde el 25 de junio. Su ausencia desató una tormenta de especulaciones sobre si había sido destituido o estaba siendo objeto de una investigación oficial.
A sus 69 años, Wang vuelve al cargo que ya ostentó desde 2013 hasta el pasado 31 de diciembre tras sustituir a Qin en varias de las reuniones que se celebraron durante este último mes.
Wang Yi forma parte del Politburó (la cúpula de la formación, compuesto por 24 personas), y fue ascendido el pasado octubre a jefe de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido, lo que le convirtió en el diplomático de mayor rango de China.
Ascenso y caída
Originario de la ciudad nororiental de Tianjin, Qin, de 57 años, ha desarrollado toda su carrera en el servicio diplomático chino. Está casado y tiene un hijo, según el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Habla inglés con fluidez, se especializó en asuntos de Europa Occidental y fue enviado a Reino Unido tres veces, la última como ministro. Durante sus periodos como portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, se hizo famoso por sus agudas respuestas a preguntas difíciles de los periodistas.
La revista The Diplomat lo calificó de “una de las primeras celebridades del Ministerio de Asuntos Exteriores chino” por sus frases memorables, como cuando le preguntaron su opinión sobre el álbum “Chinese Democracy” de la banda de rock estadounidense Guns N’ Roses, y respondió: “No hay mucha gente a la que le guste este tipo de música porque es demasiado alta y ruidosa. Además, usted es un adulto maduro, ¿no?”.
Pero los analistas dicen que la verdadera oportunidad de Qin llegó cuando entró en la órbita directa de Xi como jefe del departamento de protocolo del Ministerio de Exteriores entre 2014 y 2018. Ese trabajo implicaba organizar los viajes al extranjero de Xi y acompañar al líder en ellos.
Fue viceministro de Exteriores entre 2018 y 2021, antes de convertirse en embajador en Estados Unidos.
El rápido ascenso de Qin por encima de candidatos más experimentados, primero a embajador en EEUU y luego a número 2 de la diplomacia china, se atribuyó a la confianza depositada en él directamente por Xi. “No hay una elección de capitán más clara en el liderazgo actual que la de Qin”, declaró al Financial Times Neil Thomas, del think tank estadounidense Asia Society Policy Institute.
Eso hace que su misteriosa destitución sea aún más sorprendente.
“Si Qin es destituido, no me sorprendería que la razón que se diera fuera relacionada con la salud, independientemente de lo que esté pasando, ya que cualquier cosa relacionada con la disciplina se reflejaría mal en Xi y en su decisión de romper el protocolo para promover a Qin”, escribió el analista Bill Bishop en su boletín Sinocism antes del anuncio.
El cambio se produce ante un aluvión de compromisos internacionales y de unos lazos desgastados con la superpotencia rival, Estados Unidos, que Beijing ha descrito como en su punto más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas.
Las dos mayores economías del mundo están enfrentadas por cuestiones como Ucrania y los estrechos lazos de Beijing con Moscú, disputas comerciales y tecnológicas, y Taiwán, la isla democrática autogobernada que Beijing reclama como territorio chino.
(Con información de AFP y EFE)
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