El alto representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, acusó a Rusia de bombardear durante le fin de semana la gran catedral ortodoxa de Odesa en lo que ha condenado como un “nuevo crimen de guerra”.
“El terror constante de los misiles rusos sobre Odesa, bajo la protección de la UNESCO, constituye otro nuevo crimen de guerra del Kremlin, que además ha demolido la principal catedral ortodoxa, un lugar que es patrimonio mundial”, dijo Borrell en su cuenta de Twitter.
Los ataques de la pasada noche han causado graves daños en la catedral de Spaso-Preobrazhenskyi, también conocida como la catedral de la Transfiguración El impacto de al menos un misil ha derrumbado el techo de una de las naves laterales y causado enormes daños en el atrio interior. Prácticamente toda la cubierta ha sufrido daños, aunque sus cúpulas se mantienen de momento casi intactas.
La catedral, fundada en 1794 y consagrada en 1809, había sido restaurada en 2007.
Condena de la UNESCO
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) volvió a censurar a Rusia por sus ataques al centro histórico de Odesa y también alertó de que bombardeos intencionales de ese calado pueden considerarse “crimen de guerra”.
“En los próximos días enviaremos una misión para una primera evaluación de los destrozos”, adelantó la institución.
El organismo de la ONU con sede en París, ya condenó el sábado últimos ataques rusos contra el centro histórico de la ciudad ucraniana, donde se encuentran varios museos con el estatus de patrimonio mundial.
Una evaluación preliminar de la UNESCO reveló daños en 25 monumentos arquitectónicos catalogados como patrimonio mundial por la propia Unesco. Entre ellos, además de la Catedral, se encuentran el Museo Arqueológico, el Museo Marítimo y el Museo de Literatura, tres edificios con el distintivo azul de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado.
“La destrucción intencional de bienes culturales puede ser considerada como un crimen de guerra, como ha reconocido el Consejo de Seguridad de la ONU, del que Rusia es miembro permanente, en su resolución 2347 (2017)”, avisó la Unesco.
“Estos ataques contradicen las recientes declaraciones de las autoridades rusas en las que se mostraban dispuestas a hacer lo necesario para evitar ataques a lugares que son patrimonio mundial en Ucrania”, añadió el organismo dirigido por la francesa Audrey Azoulay.
Los ataques contra Odesa han ocurrido además tras la destrucción de otro sitio patrimonio mundial, el Centro Cultural de Arte Popular y Educación Artística en la ciudad de Nikolaev, a cien kilómetros de distancia.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha negado toda responsabilidad y achacado la destrucción de la catedral a un misil ucraniano, parte del sistema de defensa aérea que están utilizando, según palabras de la cartera en un comunicado, las “analfabetas” fuerzas ucranianas.
(Con información de Europa Press y EFE)
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