Un socio del encarcelado líder opositor ruso Alexei Navalny fue condenado por extremismo el lunes, en medio de una ola represiva del Kremlin contra activistas políticos.
Vadim Ostanin, quien dirigía la oficina de Navalny en la ciudad siberiana de Barnaul, fue sentenciado a nueve años en una colonia penal tras ser hallado culpable de organizar una comunidad extremista y de pertenecer a un grupo sin fines de lucro “que viola los derechos de la ciudadanía”, escribió el equipo de Navalny en las redes sociales.
La fiscalía había pedido una sentencia de 11 años de prisión para Ostanin, de 46 años.
Ostanin fue detenido en noviembre de 2021, unos meses después que el grupo de Navalny, la Fundación para la Lucha contra la Corrupción, y sus oficinas regionales fueron catalogadas como “organizaciones extremistas” por el régimen ruso.
El caso de Ostanin es el más reciente de varios contra activistas vinculados a las actividades de Navalny.
Lilia Chanysheva, quien dirigía las oficinas de Navalny en la ciudad central de Ufa, fue sentenciada a siete años y medio de prisión por cargos similares el 14 de junio. Chanysheva dice que el proceso en su contra tuvo motivos políticos.
El propio Navalny enfrenta un nuevo juicio por cargos de extremismo que podrían dejarlo décadas en prisión. El inicio del caso está programado para la semana próxima en una prisión de máxima seguridad a 250 kilómetros al este de Moscú donde el activista de 47 años cumple condenas por dos casos distintos.
Navalny, quien destapó casos de corrupción en el gobierno ruso y organizó protestas masivas, fue arrestado en enero de 2021 cuando regresaba a Moscú tras recuperarse en Alemania de un envenenamiento con un agente neurotóxico que él atribuye al Kremlin. Inicialmente cumplió una sentencia de dos años y medio de prisión por violación de libertad condicional. El año pasado, fue sentenciado a nueve años de cárcel por acusaciones de fraude y desacato judicial.
Los nuevos cargos están relacionados con las actividades de la fundación de Navalny y declaraciones que hicieron allegados suyos, que sostienen que las acusaciones penalizan retroactivamente todas las actividades realizadas por la fundación desde que fue creada en 2011.
Navalny ha rechazado las acusaciones en su contra y sostiene que el Kremlin trata de mantenerlo de por vida tras las rejas.
Navalny condenó la invasión rusa
La semana pasada, Navalny condenó la intervención militar a gran escala de Rusia en Ucrania, durante una vista judicial en la que los fiscales solicitaron que el activista fuera encarcelado durante dos décadas por cargos relacionados con el extremismo.
Rusia está “flotando en un charco de barro o de sangre, con los huesos rotos, con una población pobre y despojada, y a su alrededor yacen decenas de miles de personas muertas en la guerra más estúpida y sin sentido del siglo XXI”, dijo Navalny durante la vista a puerta cerrada, según una declaración difundida por sus ayudantes.
Según indicó, el país que él añoraba “resbaló y se derrumbó con un estruendo, destruyendo todo a su alrededor”.
“Pero tarde o temprano, por supuesto, volverá a levantarse. Y de nosotros depende en qué se apoyará en el futuro”, añadió.
El opositor ha condenado en redes sociales la “guerra criminal” emprendida en Ucrania por el presidente ruso, Vladímir Putin, al que acusó de enviar “al matadero” a cientos de miles de rusos.
(Con información de AP)
Seguir leyendo: