Al menos cuatro personas murieron y otras dos resultaron heridas tras un nuevo ataque de las fuerzas rusas sobre la región ucraniana de Zaporizhzhia. Las tropas del Kremlin también atacaron, por cuarta noche consecutiva, el puerto de Odesa causando pérdidas de cereales que permanecían almacenados.
El gobernador de Zaporizhzhia, Yuri Malashko, detalló en su página de Telegram que el ataque afectó varias infraestructuras civiles y que las víctimas eran trabajadores de las instalaciones.
Las tropas que sirven a Vladimir Putin han lanzado unos 80 bombardeos sobre una veintena de localidades de Zaporizhzhia, entre ellas Guliaipole, Levadne, Charivne y Chervone, informó Malashko
Mientras tanto, los ataques continuaron la madrugada de este viernes sobre otras regiones como Kharkiv, donde varias personas resultaron heridas.
Por su parte, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó en las últimas horas que alcanzaron importantes avances en algunos de los principales frentes de batalla, como en el de Bakhmut, Melitopol, o Berdiansk.
Almacenes de grano
Por su parte, el gobernador de Odesa, Oleg Kiper, informó este viernes sobre un ataque de las fuerzas rusas sobre almacenes de grano en Odesa, días después de que Moscú decidiera romper el acuerdo de exportación y de que ambos países anunciaran que los buques que navegasen por el mar Negro podrían ser considerados objetivos militares.
“Este es el cuarto ataque del país terrorista sobre la región de Odesa en una semana”, denunció Kiper, quien detalló en su cuenta de Telegram que “al amanecer”, el Ejército ruso lanzó misiles de crucero Kalibr desde un portamisiles situado en el mar Negro.
Kiper precisó que el ataque destruyó 100 toneladas de guisantes y 20 toneladas de cebada, mientras que dos personas resultaron heridas como consecuencia de la explosión.
Odesa, en el suroeste de Ucrania, ha sido objetivo de los misiles rusos durante toda esta semana. Las instalaciones portuarias y el centro de la ciudad han sido varias veces golpeados, provocando numerosos daños en edificios, incluido el del consulado de China.
La respuesta de la ONU
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, manifestó su preocupación por los continuos ataques del Ejército ruso contra Odesa y por la decisión tanto por parte de Rusia como de Ucrania de considerar a cualquier barco en el mar Negro como transportes de carga militar.
“Obviamente estamos preocupados por esta situación. Todo esto no nos está llevando en la dirección correcta. Lo que está ocurriendo allí también está teniendo un efecto negativo en los precios del trigo, del maíz...”, declaró el portavoz durante una rueda de prensa.
“Hemos visto las fluctuaciones en los precios. Van arriba y van abajo. Eso no es bueno para el mercado, y lo que no es bueno para el mercado es malo para las personas en situación vulnerable, que no pueden pagar comida, que no pueden permitirse la subidas de los alimentos”, afirmó.
Poco antes, el secretario general de la Organización, António Guterres, condenó a través de un comunicado los ataques rusos contra instalaciones portuarias en la ciudad de Odesa y otros puertos ucranianos a orillas del mar Negro, reprochando que estas ofensivas contradicen el pacto acordado entre la ONU y Rusia por el cual Moscú se compromete a “facilitar la exportación sin trabas de alimentos, aceite de girasol y fertilizantes desde los puertos del mar Negro controlados por Ucrania”.
El Ministerio de Defensa de Ucrania informó el jueves que a partir de este viernes 21 de julio todos los buques que naveguen en aguas del mar Negro en dirección a los puertos de Rusia y a los ucranianos que están situados en los territorios ocupados serán considerados como transportes de carga militar.
La decisión de Ucrania se produce como consecuencia de una decisión similar tomada por Rusia un día antes tras su reciente salida del acuerdo de exportación de grano, después de su negativa a acordar una nueva prórroga por los supuestos incumplimientos del mismo por la parte ucraniana.
(Con información de Europa Press)
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