La Cruz Roja de Bielorrusia provocó la indignación internacional después de que su director dijera a la televisión estatal bielorrusa que la organización participa activamente en traer niños ucranianos de las áreas ocupadas por Rusia a Bielorrusia.
Tanto Ucrania como la oposición bielorrusa han denunciado la transferencia como deportaciones ilegales, y ha habido pedidos de cargos por crímenes de guerra internacionales para el líder autoritario de Bielorrusia, similares a los cargos contra el presidente ruso Vladimir Putin.
Bielorrusia ha sido el aliado más cercano de Moscú desde que comenzó la invasión de Rusia en febrero de 2022, con su líder Alexander Lukashenko permitiendo que el Kremlin use el territorio bielorruso para enviar tropas y armas a Ucrania. Lukashenko también dio la bienvenida a la presencia militar rusa en Bielorrusia y al despliegue de armas nucleares tácticas de Rusia allí.
Figuras de la oposición bielorrusa han acusado a Lukashenko de facilitar el traslado forzoso de niños ucranianos a Bielorrusia, acusaciones que Minsk rechazó con enojo.
Un informe emitido el miércoles por el canal de televisión estatal Bielorrusia 1 mostró a Dzmitry Shautsou, jefe de la Cruz Roja de Bielorrusia, visitando la ciudad ucraniana de Lysychansk, controlada por Rusia, en la región de Lugansk.
En las imágenes, dice que la organización participó activamente en traer niños ucranianos a Bielorrusia con fines de “mejora de la salud”. “La Cruz Roja de Bielorrusia ha tomado, y está tomando y tomará, una parte activa en esto”, dijo Shautsou.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, instó a la Corte Penal Internacional a “emitir una orden de arresto” contra Shautsou, diciendo que “ha confesado públicamente el delito de deportación ilegal de niños de las áreas ocupadas de Ucrania”.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que reúne a 191 organizaciones nacionales, dijo que contactó a la Cruz Roja de Bielorrusia para expresar su “grave preocupación” y aconsejarle que “detenga cualquier actividad similar en el futuro”.
El mes pasado, el activista opositor bielorruso Pavel Latushka dijo que entregó a la CPI material que supuestamente detalla el traslado forzoso de 2.100 niños ucranianos de al menos 15 ciudades ucranianas ocupadas por Rusia a Bielorrusia con la aprobación de Lukashenko.
En mayo, la oficina del fiscal general de Ucrania anunció una investigación sobre los traslados forzados.
Las autoridades bielorrusas han confirmado que albergan a más de 1.000 niños, de entre 6 y 15 años, de partes de Ucrania controladas por Rusia por motivos de salud. El primer grupo de 350 niños llegó en abril, dijeron las autoridades, sin dar más detalles.
Shautsou, de la Cruz Roja de Bielorrusia, dijo que estaba trabajando con una fundación benéfica respaldada por el estado para hacer que “los niños olviden los horrores de la guerra y simplemente descansen, sientan que hay una isla de felicidad”.
La Cruz Roja de Bielorrusia es la organización humanitaria más grande de Bielorrusia y forma parte del movimiento internacional de la Cruz Roja.
La organización coordinadora con sede en Ginebra, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dijo que se había enterado de la visita de Shautsou a través de los medios, y dijo que remitió el problema a su comité de cumplimiento, que investiga cualquier “supuesta violación de la integridad”.
“Estas acciones corren el riesgo de dañar la confianza de nuestro trabajo en el apoyo a las comunidades necesitadas, sean quienes sean y del lado del frente en el que se encuentren”, dijo la federación en un comunicado.
Hizo hincapié en que el jefe de la Cruz Roja de Bielorrusia no habla en nombre de la federación “y sus declaraciones no representan nuestros puntos de vista”.
Latushka, que solía ser un alto funcionario del gobierno de Lukashenko, insiste en que llevar niños ucranianos a Bielorrusia es ilegal y viola las normas internacionales. Ha pedido a la CPI que inicie una investigación ya que algunos de esos “niños están bajo la tutela del estado ucraniano, incluidos huérfanos, niños con discapacidades y aquellos cuyos padres fueron despojados de la patria potestad”.
“Tenemos evidencia de que después de ser llevados a Bielorrusia, algunos niños ucranianos terminaron en Rusia, lo que debe convertirse en objeto de una investigación internacional”, dijo Latushka a la agencia de noticias AP, hablando por teléfono.
En marzo, la CPI emitió órdenes de arresto tanto contra Putin como contra su comisionada para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova. Los jueces de La Haya dijeron que encontraron “motivos razonables para creer” que los dos eran responsables de los crímenes de guerra de deportación ilegal de niños y transferencia ilegal de niños de las áreas ocupadas de Ucrania a Rusia. Moscú ha rechazado airadamente la medida.
Los miembros del Parlamento Europeo pidieron el martes a la CPI que “considere una orden de arresto similar” para Lukashenko.
(Con información de AP)
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