El presidente surcoreano subió a bordo del submarino con misiles nucleares que Estados Unidos desplegó para disuadir al régimen de Kim Jong-un

Yoon Suk-yeol embarcó en el USS Kentucky que arribó el martes al puerto de Busan. Pyongyang, que ya advirtió la semana pasada que la llegada del navío aumentaría las tensiones regionales, respondió este miércoles con el lanzamiento de dos misiles balísticos de corto alcance al mar de Japón

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El submarino de propulsión nuclear estadounidense de clase Ohio USS Michigan (SSGN 727) llega a un puerto en Busan, Corea del Sur, 16 de junio de 2023. Yonhap via REUTERS/Archivo
El submarino de propulsión nuclear estadounidense de clase Ohio USS Michigan (SSGN 727) llega a un puerto en Busan, Corea del Sur, 16 de junio de 2023. Yonhap via REUTERS/Archivo

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, subió este miércoles a bordo del USS Kentucky, submarino estadounidense con capacidad para lanzar misiles balísticos nucleares que arribó ayer al puerto de Busan en un intento de enviar al régimen de Corea del Norte un mensaje disuasorio.

“La llegada del USS Kentucky muestra claramente el compromiso de la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) y Estados Unidos de desplegar regularmente activos estratégicos estadounidenses y defender la credibilidad de la disuasión extendida”, dijo Yoon al subir a bordo de este sumergible de tipo SSBN.

“Los dos países responderán de manera abrumadora y convincente al avance de las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte a través del Grupo de Consulta Nuclear (NCG) y los despliegues regulares de activos estratégicos como el SSBN”, añadió.

Yoon aprovechó para repetir algo en lo que tanto Washington como Seúl han insistido en los últimos meses, diciendo que si Pyongyang cruza determinadas líneas, la respuesta combinada de los aliados “conducirá al fin del régimen”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se dan la mano al término de una rueda de prensa conjunta en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 26 de abril de 2023. REUTERS/Kevin Lamarque/Archivo
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se dan la mano al término de una rueda de prensa conjunta en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 26 de abril de 2023. REUTERS/Kevin Lamarque/Archivo

Las palabras de Yoon llegan un día después de que el submarino arribe a Busan (350 kilómetros al sureste de Seúl) y de que el NGC celebre su reunión inaugural.

En la declaración que en abril firmaron el propio Yoon y el presidente de EE.UU., Joe Biden, Washington se comprometió a reforzar la llamada “disuasión extendida”, a través de la cual protege a su aliado y busca desalentar a Pyongyang de seguir adelante con el desarrollo de armas de destrucción masiva.

Entre los elementos llamados a reforzar la “disuasión extendida” se incluyó el envío del SSBN y la creación del NCG, mecanismo para coordinar respuestas estadounidenses a posibles ataques de Corea del Norte, incluyendo la opción nuclear.

Pyongyang, que ya advirtió la semana pasada que la llegada del submarino aumentaría las tensiones regionales, lanzó este miércoles dos misiles balísticos de corto alcance al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas) en aparente respuesta a lo sucedido ayer.

El Ejército Popular de Corea prueba el misil balístico intercontinental Hwasong-18 desde un lugar no especificado de Corea del Norte en esta imagen difundida por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte el 16 de mayo de 2023.  KCNA via REUTERS/Archivo
El Ejército Popular de Corea prueba el misil balístico intercontinental Hwasong-18 desde un lugar no especificado de Corea del Norte en esta imagen difundida por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte el 16 de mayo de 2023. KCNA via REUTERS/Archivo

La semana pasada el régimen norcoreano también probó por segunda vez un Hwasong-18, su misil balístico intercontinental (ICBM) más sofisticado.

Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización de 2019, la tensión ha vuelto a dispararse en la península coreana, con Pyongyang rechazando cualquier oferta de diálogo y realizando un número récord de pruebas de misiles, y Seúl y Washington retomando sus grandes maniobras conjuntas y desplegando periódicamente activos estratégicos estadounidenses en la región.

(Con información de EFE)

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