El presidente egipcio, Abdefaltah al Sisi, indultó hoy al activista cristiano Patrick Zaki, que fue condenado ayer a tres años de prisión, y al abogado de derechos humanos Mohamed el Baqer, el abogado de Alaa Abdel Fattah, el detenido político más conocido de Egipto, en un inaudito perdón a importantes figuras de la sociedad civil egipcia.
“El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, usó su autoridad constitucional y emitió un decreto de indulto a un grupo de personas que estaban condenadas, entre ellas Patrick Zaki y Mohamed al Baqer, en respuesta a la llamada del consejo del Dialogo Nacional y las fuerzas políticas”, dijo en su cuenta oficial de Facebook el diputado y responsable del comité de derechos humanos del Parlamento egipcio, Mohamed Abdelaziz.
Hasta ahora no hay más detalles sobre el resto de liberados en una información que también ha sido confirmada por el comité de indultos presidenciales y por ONG locales.
Ayer, la iniciativa de Diálogo Nacional emitió un comunicado en el que pidió la liberación inmediata de Zaki, un raro movimiento de este comité formado entre miembros de diferentes fuerzas políticas, entre ellas opositores, para buscar un consenso en varios temas con el fin de orientar al país árabe en asuntos en los que estaban siendo criticados, como la gestión económica y la de derechos humanos.
Ayer, un tribunal de emergencia egipcio condenó a tres años de prisión a Patrick Zaki, estudiante egipcio de la Universidad de Bolonia, en el norte de Italia, y que fue arrestado en Egipto en febrero del 2020 bajo la acusación de divulgar noticias falsas y cometer actos de “terrorismo”
Esta sentencia, que no podía ser apelada al haber sido fallada por un tribunal de emergencia, desató una ola de reacciones internacionales en las que se pidió su liberación, entre ellas desde el Gobierno estadounidense y la ONU.
Al Baqer fue condenado en 2021 por un tribunal de emergencia a cuatro años de prisión, tras haber estado dos años en preventiva después de que acudiera a la Fiscalía General egipcia para defender al destacado activista prodemocracia, Alaa Abdelfatah, y terminara él mismo detenido, acusado de “actividades relacionadas con el terrorismo”, según varias ONG.
Fue condenado por difundir informaciones que socavan la seguridad del Estado, unos cargos que se aplican habitualmente contra periodistas, activistas y disidentes del Gobierno del presidente egipcio.
Este movimiento de Al Sisi se produce a menos de un año de que se celebren las elecciones presidenciales, a las que todavía no ha anunciado su intención de presentarse, y en medio de una grave crisis económica y de una intención del país de los faraones de alejarse de las críticas por su pésima gestión de los derechos humanos.
(Con información de EFE)
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