El Parlamento de Reino Unido ha aprobado la controvertida ley migratoria impulsada por el Gobierno para acelerar las deportaciones de aquellos que traten de entrar de forma irregular en el país.
Después de que la Cámara los Comunes haya rechazado una serie de enmiendas que buscaban rebajar la dureza de la nueva legislación, los conservadores han logrado finalmente el visto bueno de la Cámara de los Lores, por lo que la medida pasa ahora a menos del rey Carlos III para su ratificación.
La normativa, piedra angular de la política del primer ministro, Rishi Sunak, busca detener la llegada de migrantes en botes a través del canal de la Mancha y se ha topado con numerosas críticas por parte de abogados y grupos de defensa de los Derechos Humanos. Sin embargo, es especialmente popular entre los ‘tories’ más conservadores, según informaciones de la cadena de televisión BBC.
Esta legislación permitirá a Reino Unido acometer expulsiones antes de resolver una petición de asilo o deportar a migrantes a terceros países, como Ruanda. Aunque los lores han tratado de sacar adelante algunas medidas para proteger a la comunidad LGTBI y establecer rutas seguras para solicitantes de asilo, estas medidas finalmente no han sido introducidas en el texto.
La ley fue enviada de vuelta a la Cámara de los Lores el lunes a última hora después de que estas enmiendas fueran vetadas por los diputados de la Cámara de los Comunes. El mes pasado, un tribunal de apelaciones declaró ilegal el plan del Gobierno de deportar a Ruanda a migrantes por considerar que para llevar a cabo esta iniciativa sería antes necesario cambiar el sistema de asilo británico.
Además, la Justicia británica considera que el país africano no es un “tercer país seguro” al que trasladar a estos migrantes, algo que Sunak ha seguido defendiendo en reiteradas ocasiones. Por ello, prevé llevar el caso ante el Tribunal Supremo.
Un récord de 45.756 inmigrantes llegó a Reino Unido a través del canal el año pasado, más del 60 por ciento respecto al año anterior. Desde mayo, alrededor del 42 por ciento de los que llegan en botes pequeños provienen de Albania, que Reino Unido considera un país seguro, según cifras del Ministerio del Interior.
Críticas a la la ley
La ley provocó numerosas críticas en el Reino Unido y también de organizaciones internacionales como la ONU, que este martes consideró que va en contra del derecho internacional.
La legislación entra “en contradicción” con las obligaciones del Reino Unido respecto al derecho internacional relativo a los derechos humanos y los refugiados, afirmaron en un comunicado los jefes respectivos de las agencias de la ONU encargadas de esas cuestiones, Volker Türk y Filippo Grandi.
Además de impedir que los migrantes irregulares puedan pedir asilo en el país, el gobierno británico quiere que estos sean rápidamente detenidos y expulsados, ya sea a su país de origen o a otro Estado como Ruanda, vengan de donde vengan.
El año pasado, el Reino Unido alcanzó un acuerdo con Ruanda para enviar allí a migrantes en situación irregular, pero de momento no se ha realizado ninguna expulsión. El primer vuelo en el marco de este pacto, previsto en junio de 2022, fue cancelado a raíz de una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
A finales de junio, la justicia declaró ilegal ese proyecto, pero el gobierno anunció que recurriría el fallo.
El proyecto de ley sobre inmigración estuvo bloqueado durante semanas en el Parlamento, pues la Cámara de los Lores pidió numerosas enmiendas, para restringir las detenciones de menores y para evitar formas de esclavitud moderna.
(Con información de Europa Press y AFP)
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