La Unión Europea (UE) y Túnez firmaron este domingo un memorando de entendimiento para conformar una “asociación estratégica integral” en materia de lucha contra la inmigración irregular, desarrollo económico y energías renovables.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó en el palacio presidencial tunecino un acuerdo destinado a “invertir en una prosperidad compartida” con el país norafricano, punto de partida de miles de migrantes que tratan de llegar a Europa cruzando el Mediterráneo.
La jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, que formó parte de la comitiva europea junto a su par neerlandés, Mark Rutte, afirmó que el memorando marca “una nueva etapa importante para tratar la crisis migratoria de forma integrada”.
Agregó que el acuerdo, de “cinco pilares”, “puede considerarse como un modelo para el establecimiento de nuevas relaciones con África del norte”.
Los cinco pilares son “la estabilidad macroeconómica, el comercio y las inversiones, la transición energética verde, el acercamiento entre las naciones, la migración y la movilidad”, precisa el Ejecutivo europeo en un comunicado.
“Controlar mejor la inmigración”
El presidente tunecino, Kais Saied, insistió en el punto que trata del “acercamiento entre los pueblos”.
Rutte destacó que esta asociación “beneficiará tanto a la Unión Europea como al pueblo tunecino” y permitirá “controlar mejor la inmigración irregular”.
El dirigente tunecino ha sido duramente criticado en las últimas semanas por las detenciones de migrantes en varias ciudades del país, que luego fueron expulsados, según oenegés, hacia zonas desérticas en las fronteras con Libia y Argelia.
Saied, que asumió los plenos poderes en julio de 2021, denunció en febrero la llegada de “hordas de inmigrantes subsaharianos” que buscaban, según él, “cambiar la composición demográfica” del país.
En concreto, el acuerdo prevé una ayuda de 105 millones de euros (USD 120 millones) para luchar contra la inmigración irregular y un respaldo presupuestario de 150 millones de euros para Túnez, asfixiado por una deuda pública equivalente al 80% de su PIB y por la falta de liquidez.
El mandatario neerlandés recordó además que la UE es ya el primer socio comercial y el primer inversor en el país magrebí.
La UE quiere apoyar el desarrollo de energías renovables en el país magrebí. Túnez tiene “un enorme potencial”, insistió Von der Leyen.
Esta es la segunda visita de Von der Leyen, Meloni y Rutte a Túnez. En la primera, el mes pasado, mencionaron una posible “ayuda macrofinanciera de 900 millones de euros (USD 1.010 millones)” para Túnez, bajo forma de préstamos escalonados en los próximos años.
Pero esa ayuda está condicionada a un acuerdo, paralizado desde hace meses, para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgue nuevos créditos al país magrebí.
Saied rechaza dos condiciones esenciales para sellar un acuerdo con el FMI.
En primer lugar, la supresión de las subvenciones a los productos básicos. En segundo, la reestructuración de las empresas estatales en dificultades.
Hay que “encontrar nuevos medios de cooperación fuera del marco monetario internacional”, insistió el domingo.
(Con información de AFP)
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