La estrategia de China para infiltrar a sus espías en los servicios secretos británicos

Los parlamentarios del Reino Unido denunciaron que varios gobiernos no abordaron como debían la amenaza que ha sembrado el régimen de Beijing dentro del país porque los intereses económicos prevalecieron

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La Torre Elizabeth, más comúnmente conocida como Big Ben, se ve con las manecillas fijadas a las doce en punto. REUTERS/Toby Melville IMÁGENES TPX DEL DÍA
La Torre Elizabeth, más comúnmente conocida como Big Ben, se ve con las manecillas fijadas a las doce en punto. REUTERS/Toby Melville IMÁGENES TPX DEL DÍA

La campaña de espionaje que ha desempeñado durante varios años el régimen de China ha llegado a instalase incluso dentro de las agencias de inteligencia británicas, según reveló un reciente informe.

Un grupo de parlamentarios del Reino Unido denunció que los tentáculos del régimen de Beijing habían penetrado todos los sectores de la economía británica. La evaluación condenatoria del comité de inteligencia y seguridad (ISC por sus siglas en inglés) concluyó que varios gobiernos sucesivos no habían abordado la amenaza porque los intereses económicos tenían prioridad.

El escrito revela que la inversión china en el sector nuclear significaba que la electricidad de Gran Bretaña algún día podría ser secuestrada si las relaciones entre los países se deterioraban. Asimismo, advirtió sobre un “escenario de pesadilla” en el que China tenía la supremacía tecnológica y podía ejercer influencia política y económica en todos los niveles, según reportó el diario británico The Times.

La comisión parlamentaria, que consignó a las aspiraciones del régimen de Beijing como la mayor amenaza para Londres, dijo que la respuesta del Gobierno británico ha sido “completamente inadecuada”.

Además, aseveraron que China y sus métodos para convertirse en superpotencia, es el mayor riesgo para el Reino Unido.

El ISC, el comité encargado de supervisar el MI5, el MI6 y el GCHQ, tardó cuatro años en producir su informe de 207 páginas que llegó a la conclusión de que Gran Bretaña estaba siendo objeto de un “ataque de todo el estado” por parte de China, que tenía como objetivo a los políticos, la infraestructura sensible, el ejército, las empresas privadas y el sector académico, dijo The Times.

Las universidades del Reino Unido han sido un “caldo de cultivo” para que China busque propiedad intelectual, dijo el ISC. El comité de parlamentarios agregó que también estaba al tanto de un intento por parte de China de “sembrar a alguien en una de las agencias (de espionaje) del Reino Unido”. The Times deduce en su reporte que el intento fracasó.

De acuerdo con la información recopilada por The Times, los candidatos fueron sometidos a una “investigación de antecedentes muy fuerte”, mientras que las agencias estaban conscientes del riesgo de intentos de infiltración.

El primer ministro británico, Rishi Sunak dijo que el ISC tomó la mayor parte de su evidencia en 2020 y que desde entonces el gobierno ha fortalecido su posición sobre China.

El primer ministro británico Rishi Sunak habla en la Cámara de los comunes en Londres, Gran Bretaña. Parlamento del Reino Unido/Andy Bailey/Folleto vía REUTERS
El primer ministro británico Rishi Sunak habla en la Cámara de los comunes en Londres, Gran Bretaña. Parlamento del Reino Unido/Andy Bailey/Folleto vía REUTERS

La amenaza que representa China para el Gobierno británico, no es algo novedoso dentro del país. Sin embargo, el informe publicado este jueves es el primer análisis exhaustivo de la magnitud del fracaso en abordar este tema crucial con anticipación.

Este primer informe describe con detalles alarmantes cómo los varios gobiernos, la industria y los académicos han dejado pasar el problema durante años, ya que se permitió que el impulso de la lucrativa inversión china prevaleciera sobre los asuntos de seguridad.

Ahora, los miembros del Parlamento británico expresan su incredulidad en los procesos para evaluar los riesgos de seguridad relacionados con la inversión en infraestructura crucial.

El informe del ISC revela que los proyectos de inversión nuclear individuales se están examinando de forma aislada en vez de hacerlo con una visión general del riesgo potencial para la seguridad de todo el sector.

El ISC ha hecho un llamado para que se le permita supervisar las decisiones de inversión delicadas y ofrecer más frenos y contrapesos. Esto, ofrecería tranquilidad con respecto a los asuntos de seguridad en el sector energético, el cual ha sido utilizado de forma chantaje por parte de China, al amenazad que la red eléctrica del Reino Unido colapsaría si las relaciones entre los países se deterioran.

Oficiales de seguridad hacen guardia dentro del Gran Salón del Pueblo antes de la cuarta sesión plenaria de la Asamblea Popular Nacional (APN) en Beijing, China. GREG BAKER/Pool vía REUTERS/Foto de archivo
Oficiales de seguridad hacen guardia dentro del Gran Salón del Pueblo antes de la cuarta sesión plenaria de la Asamblea Popular Nacional (APN) en Beijing, China. GREG BAKER/Pool vía REUTERS/Foto de archivo

“El Reino Unido reviste un interés significativo para China en materia de espionaje e injerencia, dada nuestra estrecha relación con Estados Unidos, nuestra pertenencia a organismos internacionales y la percepción del Reino Unido como formador de opinión”, afirmó la Comisión de Inteligencia y Seguridad (ISC).

Es la ambición global de China de convertirse en una superpotencia tecnológica y económica, de la que dependen otros países, lo que representa el mayor riesgo para el Reino Unido”, añadió.

“El aparato de inteligencia estatal de China -casi con toda seguridad el mayor del mundo, con cientos de miles de agentes de inteligencia civil- tiene como objetivo al Reino Unido y sus intereses de forma prolífica y agresiva”.

El “Informe sobre China” de la comisión estudió la amenaza a la seguridad nacional procedente de China en términos generales, y después específicamente en relación con el mundo académico, la industria y la tecnología, y la energía nuclear civil.

Concluía que China “intenta influir en las élites y los responsables políticos” y “adquirir información y propiedad intelectual mediante métodos encubiertos y manifiestos”.

Beijing utiliza sus “prolíficas” capacidades de inteligencia humana y sus “cada vez más sofisticadas” operaciones de ciberespionaje para lograr sus objetivos, afirmó el ISC, en el informe publicado este jueves.

<i>La síntesis del informe (en inglés)</i>

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