Los investigadores encontraron restos de explosivos submarinos en muestras tomadas de un yate incluido en las pesquisas sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream en el Mar Báltico el año pasado, según dijeron diplomáticos europeos al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La pesquisa aún no ha establecido quiénes fueron los responsables o si había un estado implicado.
Dinamarca, Suecia y Alemania investigan el ataque del 26 de septiembre. El Ministerio danés de Exteriores tuiteó el martes una carta de los embajadores de los tres países ante la ONU al presidente del Consejo de Seguridad, en el que informan sobre sus avances hasta la fecha.
Las autoridades pidieron cautela en marzo tras los reportes en medios de que un grupo partidario de Ucrania estaba implicado en el sabotaje. Medios alemanes indicaron entonces que cinco hombres y una mujer habían utilizado un yate contratado por una compañía de propiedad ucraniana en Polonia para realizar el ataque, y que habían zarpado del puerto alemán de Rostock.
La fiscalía federal alemana declinó hacer comentarios directos sobre ese y otros reportes, aunque sí confirmó que se había registrado un barco en enero y dijo que había sospechas de que la embarcación se había utilizado para transportar dispositivos explosivos utilizados para volar los ductos.
Una parte de la carta de esta semana que detallaba los hallazgos de Alemania señalaba que no se había establecido con exactitud la ruta del velero. “Se encontraron trazas de explosivos submarinos en las muestras tomadas del barco durante la investigación”, señaló la misiva, sin entrar en detalles.
“En este momento no es posible establecer de forma fiable la identidad de los responsables y sus motivos, en especial en cuanto a la cuestión de si el incidente fue dirigido por un estado o un actor estatal”, señaló el texto. “Toda la información para aclarar el asunto se buscará durante las investigaciones aún en marcha”.
Las explosiones submarinas reventaron el ducto Nord Stream 1, que hasta que Rusia cortó el suministro a finales de agosto era la principal ruta de suministro de gas natural a Alemania. También dañaron el ducto Nord Stream 2, que no había llegado a entrar en funcionamiento porque Alemania suspendió su proceso de certificación poco después de que Rusia iniciara su invasión de gran escala en Ucrania en febrero de 2022.
Los ductos habían sido criticados desde hacía mucho por Estados Unidos y algunos de sus aliados, que las consideraban un riesgo para la seguridad energética europea al aumentar la dependencia del gas ruso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y miembros de su gobierno han acusado a Estados Unidos de organizar las explosiones, que han descrito como un ataque terrorista. Ucrania ha rechazado la idea de que pudiera haber ordenado el ataque. Los países que investigan las explosiones no han hecho comentarios sobre quién podría estar detrás.
(Con información de AP)
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