La familia de Emanuela Orlandi, desaparecida hace 40 años, denunció filtraciones del Vaticano para involucrar a un tío

Aseguran que la confesión de un sacerdote sobre un supuesto abuso sexual sería un intento de desligarse del caso: “¿Por qué no van contra estos tres o cuatro cardenales pederastas?”, dijo el hermano de la joven desaparecida

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Emanuela Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983 a los 15 años de edad
Emanuela Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983 a los 15 años de edad

La familia de Emanuela Orlandi, la chica vaticana desaparecida hace 40 años, criticó este miércoles a un medio italiano que apuntó como sospechoso a un tío, acusándolo de “abusar” de su hermana, y denunció supuestas filtraciones de la Santa Sede.

“Lo primero que pensé es que era una carroña. No esperaba que cayeran tan bajo”, denunció el hermano de la chica, Pietro Orlandi, en la sede romana de la Asociación de la Prensa Extranjera.

Orlandi era una joven vaticana de 15 años que desapareció el 22 de junio de 1983 cuando acudía a sus clases de música en Roma, un caso que se ha convertido en uno de los grandes misterios de la historia italiana, mientras su familia sigue con una búsqueda incasable.

A finales del pasado año la justicia del Vaticano reabrió la investigación y ha entregado su documentación a la Fiscalía de Roma, que también indaga en esta incógnita.

Sin embargo, la pasada noche el informativo de la televisión La7 anunció una “exclusiva”: de los documentos entregados por el fiscal del Vaticano, Alessandro Diddi, a sus colegas romanos emerge “una nueva hipótesis”, con un tío de la familia Orlandi como sospechoso.

En concreto, según esas informaciones, el tío de Emanuela, Mario Meneguzzi, ya fallecido, habría “molestado sexualmente” a la hermana de la desaparecida, Natalina Orlandi, un dato que el fiscal vaticano obtuvo de una carta del cura confesor de esta última.

Pietro, hermano de Emanuela Orlandi, sostiene una pancarta con su foto frente a la plaza de San Pedro en 2011. (REUTERS/Stringer/Archivo)
Pietro, hermano de Emanuela Orlandi, sostiene una pancarta con su foto frente a la plaza de San Pedro en 2011. (REUTERS/Stringer/Archivo)

Natalina, acompañada por la abogada de la familia Laura Sgro, negó tajantemente esa hipótesis ante la prensa extranjera y explicó que “no hubo abusos sexuales” sino “simples cortejos verbales”.

“En 1978 trabajábamos juntos y mi tío hizo unos simples cortejos verbales, como pequeños regalos, pero cuando entendió que no tenía posibilidad se detuvo. Solo se lo conté a mi novio Andrea, hoy mi esposo, y a mi padre confesor”, aseguró Natalina.

La hermana de la chica desaparecida denunció esta “filtración” por el daño causado a su tía, viuda de Meneguzzi, y a sus primos.

Natalina recordó que fue recibida por el cardenal Angelo Becciu, entonces número 2 de la Secretaría de Estado vaticano y hoy caído en desgracia por un escándalo financiero, y que este le advirtió de que si revelaban sus archivos, también saldría a la luz su confesión.

El hermano Orlandi, visiblemente enfadado, lamentó en primer lugar que se haya filtrado “un secreto de confesión”, aclaró además que, el día en que Emanuela desapareció, su tío estaba de vacaciones “lejos” y luego cuestionó la intención de esta fuga de información.

Pietro Orlandi, derecha, hermano de Emanuela, una adolescente de 15 años hija de un empleado del Vaticano y desaparecida en 1983, es acompañado por su abogada Laura Sgro, izquierda. (AP Foto/Alessandra Tarantino, archivo)
Pietro Orlandi, derecha, hermano de Emanuela, una adolescente de 15 años hija de un empleado del Vaticano y desaparecida en 1983, es acompañado por su abogada Laura Sgro, izquierda. (AP Foto/Alessandra Tarantino, archivo)

“Apuntan el dedo contra mi tío pero ¿por qué no van contra estos tres o cuatro cardenales pederastas?”, lamentó, para después acusar al Vaticano de dinamitar una comisión de investigación en el Parlamento italiano.

“Creo que el Vaticano está intentando no asumir su responsabilidad y endosársela a otras personas (...) No quieren la comisión porque saldría de todo”, dijo Pietro Orlandi, para pedir después al papa que “tome cartas en el asunto”.

La desaparición, recogida recientemente en el documental de Netflix “Vatican Girl”, fue en el pasado vinculada con innumerables teorías, desde una posible implicación con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro a manos del terrorista turco Ali Agca, como una red de pederastas o la Banda della Magliana, la mafia de Roma de los años 70 y 80.

(Con información de EFE)

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