Uno de los hijos del presidente del Senado italiano, Ignazio La Russa, Leonardo Apache, de 19 años, está siendo investigado después de que una joven de 22 años de Milán (norte de Italia) lo denunciase por agresión sexual, según publicó este viernes el diario Corriere della Sera.
El diario informó que, según la versión de la joven en su denuncia el pasado 18 de mayo, alrededor de la medianoche estaba en una discoteca en el centro de Milán con un amigo y allí se encontró con Leonardo, quien había sido su compañero de escuela en el pasado y después haber bebido una copa se despertó confundida y desnuda en la cama en la casa del hijo del presidente del Senado y miembro del partido Hermanos de Italia.
“Nos saludamos y, a partir de ese momento, no recuerdo nada”, salvo haber bebido dos copas, contó la joven a los investigadores.
Según el diario milanés, la joven llamó a su madre, que la convenció para que fuera a una clínica con un departamento antiviolencia, donde le encontraron moratones en el cuello, una herida en el muslo y tres lesiones en los genitales. La joven también dio positivo en cocaína, cannabis y benzodiacepinas. Afirmó haber tomado dos dosis de cocaína antes de la discoteca y un tranquilizante Xanax. 40 días después, decidió denunciar.
Según dijo una fuente que trabaja en la fiscalía de Milán, las lesiones “podrían ser compatibles con violencia sexual”.
Aún así, las lesiones podrían ni siquiera ser una cuestión decisiva para el resultado de la investigación, porque el delito de violencia sexual también puede cometerse sin coacción pero por inducción, situación en la que hay un sujeto activo que, aunque sin violencia, se aprovecha de las condiciones de inferioridad física o psíquica de la víctima para obtener un consentimiento ficticio a la relación y así llevar a cabo el abuso sexual.
Y puesto que las drogas y el alcohol pueden ser la causa de una inferioridad psíquica o física, según la ley sólo puede haber violencia sexual si el agresor, en lugar de detenerse en este menoscabo incluso temporal de la víctima (incluso cuando sea autoinfligido), lo utiliza para la satisfacción de impulsos sexuales sobre una persona que no está conciente.
Relato “verosimil”
Los investigadores calificaron de “verosímil” el relato de la presunta víctima, quien contó haberse despertado al día seiguiente en la habitación de Leonardo “en un absoluto estado de confusión”, “desnuda en la cama con” el joven a su lado.
Contó que cuando le preguntó qué había pasado, el tercer hijo del presidente del Senado le respondió: “Vinimos aquí después de la discoteca en mi coche”. Y el chico agregó “que había tenido una relación conmigo bajo los efectos de las drogas”, y que un amigo suyo, que dormía en otra habitación, y al que ella nunca vio, había “tenido una relación conmigo sin que yo lo supiera”. Conmocionada, asustada y temblorosa, pidió su ropa, que estaba en otra habitación. Mientras tanto, el Presidente del Senado “se asomó a la habitación al verme en la cama. Se marchó”. Una circunstancia confirmada el viernes por el propio Ignazio La Russa.
Para permitirle salir de la casa, Leonardo la habría obligado finalmente a besarle: “‘Exijo un beso o no te dejo salir’. En ese momento se acercó y me besó contra mi voluntad. No dije nada por miedo”, contó.
Al bajar a la calle, la joven de 22 años dijo que buscó consuelo en sus amigas por teléfono, preguntándoles si sabían lo que le había pasado. Una de ellas, la que la había acompañado a la discoteca, la impulsó a ir inmediatamente a urgencias. Cuando regresó a casa, también lo hizo su madre, que la acompañó a la clínica esa misma tarde.
En los próximos días, los investigadores de Milán adquirirán registros de los teléfonos móviles y grabaciones de cámaras fuera y dentro de la discoteca y cerca del domicilio de los La Russa para verificar las comunicaciones y los movimientos de las personas implicadas. El segundo joven que presuntamente mantuvo relaciones con la chica aún no ha sido identificado formalmente, aunque su nombre de pila figura en la denuncia.
La polémica defensa de La Russa
Ignazio La Russa envió un comunicado el viernes en el que aseguraba que después de haber hablado con él tenía “la certeza” de que su hijo Leonardo “no ha cometido ningún hecho penalmente relevante” y confió en la fiscalía de Milán para que “aclarare lo más rápido posible el asunto y para disipar cualquier duda”.
La Russa también puntualizó que “una denuncia presentada después de cuarenta días por el abogado deja muchos interrogantes”.
También, para el presidente del Senado, deja “objetivamente muchas dudas”que la denuncia procediera de “una chica que, según ella misma reconoció, había consumido cocaína antes de conocer a mi hijo”. “Un episodio que Leonardo desconocía. Una sustancia que el propio Leonardo estoy seguro no ha consumido en su vida”, remarcó La Russa.
“Además, aunque fugazmente, la encontramos esa mañana mi esposa y yo y la joven parecía absolutamente tranquila. Igualmente cierta es la fuerte reprimenda dirigida por mí a mi hijo por haber traído a nuestra casa a una chica con la que no tenía una relación consolidada. No tengo ganas de hacerle ningún otro reproche”, agregó el presidente de la Cámara Alta.
Las palabras de La Russa fueron críticadas tanto por políticos de la oposición y observadores, que las vieron como un intento de culpabilizar a la presunta víctima. Muchos subrayaron que el abuso ocurrido en caso de que la víctima estuviera bajo el efecto de drogas sería una condición agravante para el agresor, no algo que lo exonaría.
“Más allá de las responsabilidades del hijo, que corresponde a la Justicia esclarecer, es repugnante escuchar palabras del segundo más alto cargo del Estado que, una vez más, quieren minar la credibilidad de las mujeres que denuncian violencia sexual en función del tiempo que les lleve, o de si toman alcohol o drogas, como si eso supusiera automáticamente su consentimiento”, dijo la líder del Partido Democrático (PD) Elly Schlein. “Es por este tipo de palabras por lo que tantas mujeres no denuncian por miedo a no ser creídas. Es inaceptable que quienes ocupan cargos institucionales legitimen prejuicios sexistas”.
El abogado designado por la familia La Russa, Adriano Bazzoni, tras haber manifestado que no había visto los papeles, explicó que a juicio de Leonardo no hubo ningún tipo de coacción y que la chica “aceptó ir libremente a su casa para pasar la noche con él y quedarse hasta el mediodía siguiente, para luego despedirse normalmente”.
La jóven será escuchada como testigo en los próximos días por las fiscales de Milán. Según los investigadores, su demora en presentar la denuncia podría ser compatible con la dramática experiencia que habría sufrido.
Por esas razones, de hecho, en casos de violencia sexual la ley otorga a la víctima un año de tiempo para decidir si presentar una denuncia.
Además, según medios italianos, más de una persona le habría recomendado a la joven tener cuidado a la hora de involucrar al hijo del segundo más alto cargo del Estado italiano y hombre fuerte de Hermanos de Italia.
La primera ministra italiana Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia, todavía no se pronunció sobre el tema.
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