La coalición de centroderecha que gobierna Países Bajos cayó este viernes por diferencias sobre la reforma del sistema del asilo, después de que el primer ministro, Mark Rutte, haya exigido a sus socios la restricción de la reagrupación de los familiares directos de los refugiados de guerra, asegura la prensa local.
Tras la novedad, que implicará la realización de elecciones anticipadas en octubre o noviembre, Rutte anunció que dejará su puesto: “Esta noche, desgraciadamente llegamos a la conclusión de que las discrepancias eran insuperables. Por esta razón, le presentaré próximamente mi dimisión al rey en nombre de todo el gobierno”.
Los cuatro partidos que conforman el Gobierno han estado en desacuerdo durante meses sobre cómo gestionar la afluencia de refugiados, pero la situación se tensó el miércoles, cuando el liberal Rutte puso sobre la mesa limitar a 200 los familiares de refugiados reagrupados al mes y un periodo de espera de dos años antes de que puedan viajar a Países Bajos.
Esa propuesta ha sido considerada inviable por los progresistas D66, pero sobre todo por Unión Cristiana (CU), un socio para el que el respeto a la familia es una línea roja.
No está claro qué pasará exactamente a partir de ahora y la cúpula del Gobierno aún no ha salido a dar explicaciones, pero entre las opciones que se barajan está el adelanto inmediato de las elecciones o un intento de continuar en un Ejecutivo en minoría si alguno de los cuatro partidos quiere continuar con Rutte.
Países Bajos lleva meses intentando alcanzar un acuerdo sobre cómo reformar su sistema de asilo, pero suspender el derecho a reunificar a padres, hijos y pareja ya fue un tema inaceptable para D66 y CU en las negociaciones de la coalición en 2021, y Rutte volvió a poner el mismo punto sobre la mesa esta semana.
Los de Rutte querían distinguir entre refugiados personal y permanentemente amenazados (por motivos políticos, religiosos o de orientación sexual) y aquellos que huyen de su país por un conflicto armado “temporal”, sobre los que se asume que marcharán cuando acabe la guerra en su país.
Este segundo grupo tendría más difícil reagrupar a su familia porque el VVD de Rutte quiere permitir solo 200 familiares reagrupados por refugiado al mes y habrá un periodo de espera de dos años antes de que puedan viajar a Países Bajos.
Esta coalición llegó al Gobierno el 10 de enero de 2022, por lo que ha gobernado apenas un año y 178 días.
Se convierte en el tercer gabinete liderado por Rutte que no llega al final de la legislatura y se puede ver abocado a un adelanto electoral, lo que ya ocurrió en 2012, en su gobierno con el ultraderechista Geert Wilders, y en 2021, en coalición con los mismos partidos con los que gobernó hasta ahora.
Rutte solo finalizó una de las cuatro legislaturas que lideró desde su llegada por primera vez al Gobierno en 2010 y fue la coalición con los socialdemócratas PvdA entre 2012 y 2017.
El año pasado, cientos de solicitantes de asilo se vieron obligados a dormir a la intemperie en condiciones miserables cerca de un centro de recepción superpoblado, ya que el número de personas que llegaban a los Países Bajos superaba el de camas disponibles. Las agencias de ayuda holandesas proporcionaron asistencia.
Algo más de 21.500 personas de fuera de Europa solicitaron asilo en Holanda en 2022, según la oficina de estadística del país. Decenas de miles más se trasladaron a Holanda para trabajar y estudiar.
Estas cifras han puesto a prueba una oferta de vivienda que ya escaseaba en un país densamente poblado.
El gobierno de Rutte ha trabajado en una ley que podría obligar a los municipios a proporcionar alojamiento a los solicitantes de asilo recién llegados, pero la legislación aún no ha sido aprobada por ambas cámaras del parlamento.
El Primer Ministro también ha promovido los esfuerzos de la Unión Europea para frenar la inmigración al bloque de 27 países. Rutte visitó Túnez el mes pasado con su homólogo italiano y el Presidente de la Comisión Ejecutiva de la UE para ofrecer más de 1.000 millones de euros en ayuda financiera para rescatar la tambaleante economía del país norteafricano y frenar la migración desde sus costas hacia Europa.
Durante las elecciones provinciales celebradas a principios de año, un partido populista favorable a los agricultores dejó al partido de Rutte en segundo lugar. La derrota se consideró un posible incentivo para que Rutte hiciera todo lo posible por mantener unida su coalición hasta que termine su mandato en 2025.
(Con información de EFE y AP)
Seguir leyendo: