Estados Unidos denunció que cazas rusos realizaron maniobras imprudentes a una distancia peligrosa de sus drones desplegados en Siria.
“Aviones militares rusos tuvieron un comportamiento inseguro y poco profesional mientras interactuaban con aeronaves estadounidenses en Siria”, declaró el teniente general Alex Grynkewich, comandante de la 9na Fuerza Aérea en Oriente Medio.
La Fuerza Aérea estadounidense difundió un video en el que se expone el último incidente, de este miércoles, que según precisó el General, ocurrió cerca de las 10:30 hora local. Entonces, tres de los drones estadounidenses operando en la zona realizaban sus tareas en el marco de una misión contra el grupo extremista Estado Islámico cuando fueron sorprendidos por las naves rusas.
Tres cazas SU-35 de Moscú comenzaron a acercarse a los MQ-9 Reaper de Washington y “los acosaron”, dijo.
Luego de unos minutos de volar muy cerca suyo, los pilotos de las aeronaves rusas lanzaron una serie de bengalas con paracaídas, que se movieron en la trayectoria de los drones.
A su vez, uno de aviones se posicionó frente a un MQ-9 Reaper y activó su postcombustión, lo que le permitió aumentar su velocidad y la presión del aire, y que puede causar, a su vez, daños en la electrónica de la nave cercana.
Si bien el intento no fue exitoso, Grynkewich sí dijo que el piloto tuvo dificultades para continuar con el vuelo por unos minutos ya que se redujo su capacidad para manejar el aparato de forma segura. Inclusive, debió realizar maniobras evasivas, en contra de lo que establecen las normas y los protocolos.
“Instamos a las fuerzas rusas en Siria a cesar este comportamiento imprudente y a adherirse a los estándares de comportamiento que se esperan de una fuerza aérea profesional para que podamos centrarnos en la derrota duradera del ISIS”, instó el Teniente mientras que el general del Ejército Erik Kurilla, jefe del Mando Central de Estados Unidos, y advirtió que la violación por parte de Rusia de los esfuerzos en curso para despejar el espacio aéreo sobre Siria “aumenta el riesgo de escalada o error de cálculo”.
Estados Unidos tiene desplegados unos 900 efectivos en el país, que operan de forma conjunta con las Fuerzas Democráticas Sirias -comandadas por los kurdos- en la lucha contra los insurgentes de la milicia radical local.
En marzo, una de estas bases militares fue alcanzada por cohetes lanzados por fuerzas respaldadas por Irán. Los sucesos se produjeron durante dos noches seguidas -la del jueves 23 y el viernes 24 de marzo- y tuvieron por objetivo la base Green Village, en el noreste del país africano, desde donde se brinda apoyo a la misión Conoco.
La Administración de Joe Biden respondió a las ofensivas y advirtió que protegerá “con la fuerza” a su país y sus ciudadanos en caso de un ataque de la República Islámica.
“No se equivoque, Estados Unidos no busca conflicto con Irán”, dijo entonces en tono firme y ordenó ataques aéreos contra grupos alineados al régimen persa.
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