Los servicios de inteligencia rusos allanaron la mansión de Yevgeny Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, en San Petersburgo y encontraron un millonario botín en dólares, lingotes de oro y un arsenal de armas de fuego. La agencia de noticias pro-Kremlin Izvestia publicó fotos donde se ve el lujoso hogar del líder del grupo mercenario quien se encuentra en el exilio en Bielorrusia, luego de su intento de rebelión contra Putin.
Además del dinero en efectivo y el oro, encontraron un gran número de armas de fuego con munición, varios pasaportes y objetos curiosos como pelucas de distintos colores. También hay fotos del líder grupo de Wagner disfrazado de distintas formas. Además, tenía un lugar de oración llena de iconos.
Según la autoridades rusas, la enorme mansión cuenta con su propio helipuerto, piscina, sauna, gimnasio y sala médica.
También encontraron vestimenta militar con todo tipo de condecoraciones que fueron otorgadas al sanguinario mercenario por parte de las autoridades rusas. Una carta descubierta en la mansión reveló que Prigozhin había sido galardonado con el prestigioso título de Héroe de Rusia el 20 de junio de 2022. La fecha específica de este reconocimiento no había sido revelada antes de este hallazgo.
El lunes, Prigozhin lanzó su primer mensaje público desde el fin de la rebelión del grupo Wagner, con un nuevo desafío contra los “traidores” de la élite rusa.
Refugiado en Bielorrusia, donde se encuentra desde que salió de Rusia tras alcanzar un acuerdo con Vladimir Putin luego del levantamiento protagonizado por el grupo de mercenarios que encabeza, pidió apoyo y aseguró que “habrá nuevas victorias en el frente”.
“Hoy más que nunca es necesario su apoyo”, enfatizó en la grabación de audio.
“Gracias por ello. Quiero que entiendan que nuestra marcha por la justicia buscaba acabar con los traidores y movilizar a la sociedad, y creo que lo hemos logrado en gran medida”, agregó en el mensaje publicado en su canal de Telegram afín al Grupo Wagner.
En este sentido, expresó su “confianza en que todo el mundo pueda ver en un futuro cercano las nuevas victorias del grupo en el frente”, si bien no ha dado detalles de sus planes o su ubicación exacta, o incluso quién sería su enemigo.
Tras la revuelta de los miembros del Grupo Wagner, Prigozhin hizo una sola declaración en la que dio su versión de lo acontecido y garantizó que su intención no era la de “hacer caer al régimen”. Sin embargo, sus comentarios han desatado la polémica en varias ocasiones, especialmente cuando acusó a la oligarquía rusa y la cúpula militar de “engañar” a Putin para invadir Ucrania.
El propio Kremlin admitió que, como parte de un acuerdo para poner fin a la rebelión, Prigozhin podría trasladarse a Bielorrusia, algo que fue confirmado por el propio presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
Putin intenta reforzar su poder premiando a los militares leales
Vladimir Putin ha tomado medidas para reforzar su seguridad personal y prevenir amenazas a su gobierno luego de la breve rebelión liderada por Yevgeny Prigozhin, líder del paramilitar Grupo Wagner. El mandatario ruso está ahora recompensando la lealtad entre la élite gobernante y otorgando beneficios económicos a las fuerzas de seguridad y militares.
Pese a evitar una purga a gran escala, Putin revisa cómo garantizar la estabilidad de su sistema político y evitar futuros intentos de golpe o rebeliones. Analistas consultados por The New York Times advierten que, a medida que el jefe del Kremlin empodere a un aparato de seguridad compuesto por intereses y centros de poder diversos, podría enfrentar nuevas amenazas. Sin embargo, hasta ahora ha optado por un enfoque de incentivos en lugar de castigos en respuesta al reciente motín.
Desde hace décadas, Putin ha otorgado el control de importantes activos estatales a sus amigos cercanos y ha colocado leales en posiciones clave del gobierno. Esto ha creado una red de apoyo y lealtad hacia el presidente. Además, el Servicio Federal de Protección, encargada de proteger a Putin y a otros altos funcionarios, ha asumido un papel cada vez más importante en la vigilancia de otras agencias de seguridad rusas en busca de posibles conspiraciones contra el presidente.
En respuesta a la rebelión del Grupo Wagner, Putin ha recompensado a los militares y a las fuerzas de seguridad con beneficios económicos y poder. Además de un aumento salarial del 10,5% para los soldados, los oficiales de policía y otros empleados de agencias de seguridad, Putin ha prometido más armas al jefe de la Guardia Nacional, Viktor Zolotov, un antiguo guardaespaldas de Putin. Estas medidas buscan reafirmar la lealtad de las fuerzas de seguridad y fortalecer la posición de Putin en un momento de crisis.
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