Un tribunal de justicia de Bangkok condenó con penas de entre 40 y 50 años de cárcel a tres personas halladas culpables por la serie de explosiones de escasa potencia que registró la urbe tailandesa en 2019, que no dejó víctimas mortales.
Los magistrados sentenciaron a Muhamad Ilham a 170 años de prisión, rebajados a 50 años -el periodo máximo que puede cumplir estipulado en las leyes tailandesas-, en una vista celebrada el lunes, confirmaron este martes a la agencia de noticias EFE fuentes judiciales.
Además, castigaron con la cadena perpetua, establecida en 40 años de cárcel, a Lu-ai Sae Ngae y Wildon Maha, al ser sentenciados por delitos como terrorismo, intento de asesinato o posesión ilegal de explosivos, entre otros cargos.
Los tres condenados y otros 18 sospechosos, prófugos de la justicia, ensamblaron varios artefactos explosivos de fabricación casera que hicieron explosionar entre el 13 de julio y el 2 de agosto de 2019, mientras Tailandia organizaba una reunión de ministros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Las deflagraciones, que tenían como objetivo causar desorden, se produjeron en diferentes localizaciones, entre ellas edificios gubernamentales, la sede de la Policía o estaciones de la red de metro elevado que vertebra la metrópoli.
La bomba que dejó dos heridos explotó en la avenida Rama 9, mientras que los otros explosivos detonaron en el complejo gubernamental de Chaeng Wattana y en la parada del metro elevado Chong Nonsi. Un día antes se había reportado una amenaza de bomba frente a un cuartel de la policía.
Los atentados no causaron víctimas fatales.
(Con información de EFE)
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