Rusia anunció este martes que había neutralizado cinco drones ucranianos cerca de Moscú, una acción imputada a Kiev y que, según el Kremlin, no hubiera sido “posible” sin la ayuda de Estados Unidos y de la OTAN.
Ucrania por su lado informó de varios bombardeos rusos, incluyendo uno en la región de Kharkiv, en el noreste del país, que dejó 38 heridos, doce de los cuales son niños.
El ataque en Rusia iba dirigido a distintos lugares en la región de Moscú y sus alrededores, unas zonas que raramente han sido blanco de las acciones de Kiev que, por otro lado, se han multiplicado en otras partes de Rusia.
Según el Ministerio de Defensa ruso, cuatro drones fueron destruidos por la defensa antiaérea cerca de la capital rusa y el quinto fue neutralizado por “medios de guerra electrónica” antes de caer en la región de Moscú.
El asalto no provocó ni víctimas ni daños, agregó el ministerio.
“Todos los ataques fueron repelidos por la defensa antiaérea, todos los drones detectados fueron neutralizados”, señaló en Telegram el alcalde de Moscú, Sergei Sobianin.
La acción perturbó durante tres horas la operativa en el aeropuerto de Vnukovo, uno de los tres grandes aeropuertos internacionales de Moscú.
Uno de los drones fue neutralizado cerca de Kubinka, a unos 40 kilómetros del aeropuerto.
“Esos ataques no serían posibles sin la ayuda proporcionada al régimen de Kiev por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN”, indicó el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
Según el ministerio, las potencias occidentales “forman a operadores de drones y aportan los conocimientos necesarios para cometer tales crímenes”.
Después del ataque, la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, denunció en Telegram un “acto terrorista” dirigido contra una zona “donde están situados sitios de infraestructura civil”.
En Ucrania, el gobernador de Kherson, Oleksander Prokudin, informó en Telegram que dos personas murieron por bombardeos de artillería rusos en esta región del sur del país.
En la región de Kharkiv, un bombardeo ruso con un misil Iskander causó al menos 38 heridos, incluyendo doce niños, según la fiscalía ucraniana. Un bebé de tres meses fue atendido por médicos en el lugar del ataque.
También se registraron tres heridos en la región de Donetsk (este) y otros tres en la de Chernigov (norte), según las autoridades locales.
Además, el balance del ataque con drones de Rusia que en la víspera impactó un edificio residencial en Sumy (noreste) aumentó a tres muertos y 21 heridos.
En el frente, los combates continúan casi un mes después de que Kiev lanzara una contraofensiva para recuperar los territorios ocupados por Rusia que, hasta el momento, solo le ha reportado avances moderados.
Según el Ministerio de Defensa británico, las fuerzas ucranianas se topan en su intento de avanzar con el “uso masivo de minas antitanque por parte de Rusia” y con ataques de aviación, helicóptero y artillería.
Las fuerzas rusas “han obtenido algunos éxitos con esta estrategia” pero continúan “sufriendo importantes debilidades”, estimó.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, reconoció el lunes que llevaban una semana de “difíciles” combates pero que sus tropas lograron avanzar 37 km2 en el este y el sur.
Rusia, en cambio, asegura que el ejército ucraniano “no alcanzó sus objetivos en ninguna línea” desde el inicio de su contraofensiva a principios de junio.
En el frente diplomático, el presidente ruso, Vladimir Putin, estuvo en una cumbre virtual de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), de la que su país participa con China, India, Pakistán y cuatro repúblicas centroasiáticas.
Putin aseguró que su país “seguirá resistiendo” frente a “presiones externas” y las “sanciones” impuestas por los países occidentales desde el inicio de su operación en Ucrania en febrero de 2022.
También agradeció a sus “colegas de la Organización de Cooperación de Shanghai que expresaron su apoyo” durante la rebelión del grupo paramilitar Wagner que sacudió al Kremlin a finales de junio.
(Con información de AFP)
Seguir leyendo: