La brutal agresión sufrida por la periodista Elena Milashina y el abogado Alexander Nemov opacó otro grave ataque a los derechos humanos ocurrido este martes en Rusia: la condena de Zarema Musayeva a 5 años y medio de prisión, una sentencia que los activistas consideran una represalia por la oposición de su familia al régimen del líder checheno Ramzan Kadyrov.
Musayeva, madre de dos destacados activistas que han desafiado a las autoridades chechenas, fue declarada culpable de agresión a las autoridades y fraude, acusaciones que la mujer y los grupos de derechos humanos han rechazado por considerarlas falsas, informó el martes el grupo de DDHH ruso Comité contra la Tortura.
La condena fue dictada por un tribunal de Grozny, capital de la república rusa de Chechenia, en el Cáucaso Norte, en la misma audiencia a la que Nemov, el abogado de la Musayeva, y Milashina se dirigían antes de ser atacados por varios asaltantes enmascarados.
Musayeva es esposa de Saidi Yangulbaev, juez retirado del Tribunal Supremo checheno, y madre de los activistas chechenos de derechos humanos Abubakar e Ibragim Yangulbaev.
La mujer lleva más de un año encarcelada en el centro de detención preventiva de Grozny. El caso comenzó en enero de 2022, cuando las fuerzas del orden chechenas irrumpieron en el apartamento de la familia Musayev en Nizhni Nóvgorod, a unos 1.800 kilómetros de Chechenia. Secuestraron a Musayeva sin permitirle tomar una muda de ropa ni los medicamentos necesarios y se la llevaron a un lugar desconocido. Posteriormente fue detenida por una infracción administrativa, ya que supuestamente “atacó a un agente de policía y casi le saca un ojo”.
Los agentes de seguridad chechenos también habían intentado detener al marido de Musaeva pero no pudieron debido a su inmunidad judicial. Tanto el marido y sus hijos criticaban regularmente al régimen del líder checheno Ramzan Kadyrov.
En particular, los activistas de derechos humanos rusos relacionaron la detención y posterior condena de Musaeva con las actividades de su hijo Abubakar Yangulbaev, ex activista de la sección del Cáucaso Norte del Comité contra la Tortura. Ibragim, otro hijo de Musaeva, también fue acusado posteriormente de llamamientos públicos a actividades terroristas.
Kadyrov y otros varios funcionarios chechenos, entre ellos un miembro de la Duma Estatal rusa, han prometido públicamente matar a todos los miembros de la familia Yangulbayev.
Temiendo por su seguridad, los hijos de Musaeva Baysangur y Ibragim abandonaron Rusia en 2021. Abubakar huyó de Rusia en diciembre de 2022. Saidi Yangulbayev y su hija Aliya huyeron de Rusia a principios de 2022. Baysangur e Ibragim Yangulbaev fueron incluidos en la lista federal de “terroristas y extremistas” en noviembre de 2022.
En enero, Abubakar Yangulbaev ofreció públicamente entregarse a Kadyrov a cambio de la liberación de su madre.
Abubakar declaró que la sentencia era “igual a la pena de muerte”, dado el estado de salud de su madre. Su hijo afirma que su vista se deterioró durante el tiempo que pasó detenida, que sufre dolores de espalda y apenas puede moverse. Además, mencionó que padece diabetes de segundo grado, que requiere seguimiento y tratamiento continuos. En junio se supo que había sido ingresada en un hospital.
A pesar de que la defensa solicitó un aplazamiento del veredicto debido al ataque sufrido por el abogado Alexander Nemov, el tribunal rechazó la petición. Musayeva estuvo representada ante el tribunal por Alexander Savin, abogado del Comité contra la Tortura.
Según la defensa de Musayeva, el caso está repleto de contradicciones: por ejemplo, algunos testigos del supuesto ataque de Zarema al agente de policía no estuvieron presentes en el momento del hecho y las grabaciones de las cámaras de seguridad, de las que hay una enorme cantidad en la comisaría, tampoco se han adjuntado al caso. Además, cuando la versión del experto sobre cómo resultó herido el policía no coincidió con la de la investigación, se le dio tiempo para “prepararse mejor para responder a la pregunta”.
Musayeva expresó por escrito su deseo de recurrir la sentencia. “Como me condenan por un delito que no cometí, no me declaro culpable”, dijo.
Carta a Milashina y Nemov
Tras el veredicto, Musayeva también entregó una carta para el abogado Aleksandr Nemov y la periodista de Novaya Gazeta Elena Milashina, quien permanecen hospitalizados en graves condiciones tras la agresión del martes.
“Sashenka, por favor, recupérate pronto. Te deseo buena suerte, éxito y salud de todo corazón. Muchas gracias a todos por todo, todo lo mejor para todos. Elena, ponte bien. Aguanta, querida”, escribió.
Nemov y Milashina fueron agredidos cuando se dirigían a la audiencia de Musayeva. Su vehículo fue bloqueado por varios coches a la salida del aeropuerto y fueron golpeados por varios asaltantes enmascarados no identificados, que les apuntaron con armas a la cabeza y les rompieron el equipo.
Milashina sufrió una lesión cerebral y varios dedos rotos, y Nemov un corte profundo en la pierna.
Milashina lleva mucho tiempo denunciando violaciones de derechos humanos en Chechenia y se ha enfrentado a amenazas, intimidaciones y agresiones. En 2020, la periodista y un abogado que la acompañaba fueron golpeados por una docena de personas en el vestíbulo de su hotel.
Un aliado clave de Putin
El líder checheno Kadyrov se volvió un aliado clave del Kremlin para mantener estable la región del Cáucaso Norte tras dos devastadoras guerras separatistas. Grupos internacionales de defensa de los derechos humanos han acusado a las temidas fuerzas de seguridad de Kadyrov de ejecuciones extrajudiciales, torturas y secuestros de disidentes, pero las autoridades rusas han puesto trabas a las reiteradas peticiones de que se ponga fin a los abusos en Chechenia.
La influencia de Kadyrov ha aumentado desde el inicio de invasión a Ucrania, donde sus fuerzas de seguridad han participado activamente. El Kremlin envió combatientes desde Chechenia para ayudar a proteger a Moscú de un motín frustrado lanzado por el jefe mercenario Yevgeny Prigozhin hace 11 días, pero algunos comentaristas advirtieron de que las ambiciones de Kadyrov también podrían suponer una amenaza para las autoridades federales.
Seguir leyendo: