Miles de israelíes bloquearon el tráfico y entorpecieron el movimiento en el principal aeropuerto internacional del país el lunes, en la última manifestación masiva contra la polémica reforma judicial planificada por Benjamin Netanyahu que ha dividido a la nación. Algunos de los manifestantes se pelearon con la policía que trató de evitar que bloquearan el acceso a la terminal para la mayoría de los vuelos que entran y salen del aeropuerto.
Protestando contra un plan para reformar el sistema judicial, decenas de personas entraron a la sala de llegadas bailando y gritando con megáfonos: “¡Democracia!”. Los agentes de policía finalmente los escoltaron hasta la salida.
Afuera, la acera estaba repleta de manifestantes que portaban banderas, tocaban bocinas y golpeaban tambores. Un cordón de policías se alineaba en la carretera mientras los vehículos pasaban lentamente. Se llamó a la policía montada a caballo para hacer guardia. En un momento separaron la masa de gente para que un autobús del aeropuerto pudiera completar su ruta.
Más temprano ese día, los manifestantes cerraron brevemente el acceso a un importante puerto marítimo israelí.
El impulso legislativo, revelado después de que Netanyahu recuperó el poder a fines de diciembre, desató protestas sin precedentes, despertó preocupaciones por la salud democrática de Israel y afectó la economía.
La policía se ha comprometido a mantener el Ben Gurion en funcionamiento. Treinta y siete manifestantes fueron arrestados.
Un aviso que circuló en línea pedía a los manifestantes que llegaran a Ben Gurion con maletas y pasaportes, lo que sugiere una artimaña para eludir a cientos de policías desplegados como refuerzos.
El aeropuerto de Ben Gurion maneja 90.000 pasajeros por día en la temporada alta (julio), dijo un portavoz. El ministro de policía, Itamar Ben-Gvir, había dicho que cualquier intento de paralizarlo constituiría un “daño a la seguridad nacional”.
Netanyahu apagó parte del furor en marzo al pausar la legislación y mantener conversaciones de compromiso con la oposición. Esas negociaciones resultaron infructuosas, y ahora está buscando lo que considera una versión reducida de la revisión. La oposición dice que los cambios siguen siendo peligrosos.
Justo hoy, la coalición de Benjamín Netanyahu intenta impulsar un proyecto de ley que en caso de aprobarse eliminaría la doctrina de razonabilidad, que permite al Tribunal Supremo revisar y revocar cualquier decisión gubernamental en base a si es razonable o no.
Según detractores, la reforma judicial quitaría atribuciones al Supremo y socavaría la independencia del poder judicial en Israel, lo que acabaría con las bases formales democráticas del Estado.
Los manifestantes habían acudido previamente a Ben Gurion en marzo, intentando interrumpir una visita del secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, e impidiendo que Netanyahu despegara para conversar en Italia. Austin terminó acortando su visita mientras Netanyahu volaba a Roma después de llegar a Ben Gurion en helicóptero.
(Con información de Reuters, AP y EFE)
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