El presidente de Francia, Emmanuel Macron, abandonó este viernes la cumbre de la UE en Bruselas antes del final de la cita, para encabezar una reunión de crisis sobre los disturbios que agitan al país después de la muerte de un adolescente baleado por la policía.
Macron canceló una conferencia de prensa prevista y dejó la cumbre para volver a París, sin hacer comentarios a la prensa a su salida.
Fuentes policiales dijeron que en lugar de batallas campales entre los manifestantes y la policía, la noche estuvo marcada por el saqueo de tiendas, incluidas las sucursales emblemáticas de Nike y Zara en París.
Los edificios públicos también fueron atacados, con una estación de policía en la ciudad pirenaica de Pau alcanzada con un cóctel Molotov, según las autoridades regionales, y una escuela primaria y una oficina de distrito incendiadas en la ciudad norteña de Lille.
Los disturbios se produjeron en respuesta al tiroteo fatal de Nahel, de 17 años, cuya muerte ha reavivado quejas de larga data sobre la policía y la discriminación racial en los suburbios multiétnicos y de bajos ingresos de Francia.
Antes de la reunión, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, dijo que el gobierno estaba considerando “todas las opciones” para restablecer el orden, incluida la declaración del estado de emergencia.
Alrededor de 40.000 policías y gendarmes, junto con unidades de élite de Raid y GIGN, se desplegaron en varias ciudades durante la noche, con toques de queda emitidos en municipios alrededor de París y prohibiciones de reuniones públicas en Lille y Tourcoing en el norte del país.
A pesar del despliegue masivo de seguridad, se reportaron violencia y daños en múltiples áreas.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo que 875 personas habían sido arrestadas en lo que describió como una noche de violencia, mientras que 249 policías resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad.
Los disturbios aparentemente relacionados con el tiroteo de la policía de París incluso siguieron a Macron a la capital belga, y la policía de Bruselas informó que 63 personas fueron detenidas el jueves por la noche por provocar incendios y levantar barricadas.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, informó la cifra de detenciones a primer hora de la mañana de este viernes, al tiempo que agregó que los agentes de las fuerzas de seguridad se han “enfrentado con valentía a una violencia poco frecuente”.
Horas antes, el equipo del ministro había indicado que se habían producido 421 detenciones, de las cuales al menos 242 han tenido lugar en la región de París. Indicó que la mayoría de los detenidos tienen entre 14 y 18 años. “Estas detenciones récord reflejan las instrucciones de firmeza dadas por el ministro”, declaró una fuente cercana a Darmanin al periódico ‘Le Figaró’.
Darmanin “dio instrucciones sistemáticas de intervención a la Policía” y mostró su apoyo a las fuerzas de seguridad del país “que están haciendo un valiente trabajo”, expresó a través de su perfil en la red social Twitter.
Sin embargo, la ola de violencia no se limitó a los barrios sensibles de la región de París, sino que también alcanzó a la capital, donde hubo saqueos de comercios en el barrio de Les Halles, en el centro, y muchas otras ciudades.
Según el ministerio, 249 policías y gendarmes resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad.
El medio local Le Parisien informó que algunos de estos disturbios tuvieron lugar en la plaza Nelson Mandela, donde un grupo de manifestantes lanzó proyectiles contra la policía y varios vehículos fueron incendiados. Las fuerzas del orden respondieron con gases lacrimógenos y porras, a fin de dispersar a la multitud.
Cerca de las 03:00, hora local, en Nanterre, en la periferia de París, se vivía una “tensa” calma, según informó la cadena BFMTV, que señaló que la Policía y los Bomberos continuaban en el lugar de los hechos.
Miles de personas se concentraron este jueves en Nanterre para protestar por la muerte del joven Nahel, que recibió un disparo a quemarropa tras la intercepción de su vehículo, en una jornada en la que el Gobierno francés anunció el despliegue de 40.000 policías y gendarmes para contener la violencia en Francia.
La llamada ‘Marcha blanca’, convocada por la madre del joven, desfiló por las calles de Nanterre hasta terminar en los juzgados, donde poco antes el fiscal de la ciudad, Pascal Prache, determinó que el agente implicado en el caso debe permanecer en prisión provisional como sospechoso de un delito de homicidio. El funeral de Nahel tendrá lugar este sábado en esa misma localidad.
(Con información de AFP)
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