La reconocida escritora ucraniana Victoria Amelina, de 37 años, se encuentra en un estado muy grave, tras resultar herida por el ataque ruso a un restaurante en una zona civil de la ciudad de Kramatorsk, en la provincia de Donetsk, al este de Ucrania.
La novelista se encontraba acompañada por el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, y por los también colombianos Sergio Jaramillo, activista de la organización pacifista “Aguanta Ucrania” y la periodista Catalina Gómez Ángel, quienes resultaron con heridas leves.
A través de un comunicado, la editorial Avizor, con quien Amelina acaba de publicar su novela Un hogar para Dom, aseguró que el estado de la escritora es “muy grave”.
“Se encontraba en el restaurante Rai, local afectado muy directamente por el ataque ruso”, dice el comunicado. La editorial condenó el brutal ataque contra la población civil y lo calificó de injustificado.
“Nuestra principal preocupación ahora es la salud de Victoria Amelina. Deseamos su pronta recuperación y que las graves heridas sufridas no dejen secuelas en ella, sobre todo pensando en su marido y su hijo de diez años. Toda nuestra solidaridad y afecto con Victoria Amelina, su familia y el resto de los ucranianos afectados por el brutal ataque”, escribió la editorial.
Hasta el momento, al menos 10 personas murieron en el ataque ruso con misiles de este martes contra una zona civil de la ciudad de Kramatorsk, en la provincia de Donetsk, al este de Ucrania.
“Debajo de los escombros del edificio destruido de una cafetería se han recuperado los cuerpos, entre ellas tres niños, dos nacidos en 2008 y uno en 2011″, dijo el DSNS en un comunicado.
Además, 56 personas, entre ellas un bebé de un año, resultaron heridas en el ataque, según los servicios de emergencia.
Según la Fiscalía ucraniana, el ataque fue perpetrado con dos misiles contra el centro de la ciudad de Kramatorsk, situada cerca del frente del este en la provincia de Donetsk.
En el bombardeo quedaron parcialmente destruidos “edificios de apartamentos, automóviles, una oficina de correos y otros edificios”, además del restaurante Ria Pizza, un establecimiento frecuentado por periodistas y militares en esta ciudad del este de Ucrania.
“Los equipos de rescate siguen registrando a través de los escombros del edificio destruido y buscando personas que posiblemente están bajo las ruinas”, explicó el servicio de emergencias en Telegram.
Victoria Amelina “se encuentra en estado crítico por una lesión en el cráneo, probablemente por los vidrios y las vigas que volaron”, dijeron. La Fiscalía investiga los hechos como un posible crimen de guerra.
Amelina había encarado la misión de colocarse un casco y recopilar lo que estaba sucediendo en su país, para luego hacerlo conocer a las siguientes generaciones. Con su país invadido por Rusia, entendió que ya no podía abstraerse e imaginar historias. La realidad en Ucrania es demasiado pesada, así que había decidido convertirse en una cronista del horror.
Su rutina era viajar por los campos de batalla buscando los testimonios y juntando pruebas que lleven a los criminales de guerra ante tribunales internacionales. “Es imposible escribir de otra cosa que no sea la guerra y ya hay demasiados periodistas más capacitados que yo para contar lo que sucede. Decidí hacer algo por los que ya no se puede entrevistar”, contó Amelina en su momento al Kyiv Independent desde Kharkiv.
“No creo que el Derecho y los derechos humanos sean campos reservados a las personas licenciadas en Derecho. En última instancia, el derecho trata de seres humanos, o al menos debería tener a las personas en el centro; esto es lo que hace que el derecho se parezca a la literatura”, explicó.
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