El balance de víctimas a causa del ataque con misiles ejecutado el martes por el Ejército ruso contra un restaurante en la ciudad ucraniana de Kramatorsk, situada en la provincia de Donetsk, ascendió a once muertos, entre ellos tres niños.
“Los cuerpos sin vida de once personas, incluidos los de tres menores, han sido rescatado de debajo de los escombros”, informó en su último parte el Servicio Estatal de Emergencia, que añade son 56 heridos los heridos y siete las víctimas que han logrado rescatar con vida de entre los escombros.
En este sentido, subrayó en su cuenta de Telegram que “las operaciones de búsqueda y rescate y retirada de escombros continúan”, al tiempo que indicó que en el lugar trabajan perros especializados en el rastreo de personas atrapadas y psicólogos del organismo para dar ayuda a las víctimas.
Anteriormente, la Policía Nacional ucraniana a través de su cuenta de Telegram informó de que Moscú empleó misiles Iskander en el bombardeo. “En la escena de la tragedia hay artificieros, investigadores criminólogos, paramédicos y oficiales que trabajan sin descanso”, informó.
Así, señaló que “los agentes están tomando declaraciones, documentando la destrucción, ayudando a víctimas y a sus familiares y dando atención médica y psicológica”. Las menores fallecidas son adolescentes de entre catorce y 17 años --incluidas dos hermanas--, mientras que entre los heridos hay un bebé de ocho meses.
El fiscal general de Ucrania, Andriy Kostin, afirmó que el ataque “fue llevado a cabo por la tarde, justo cuando la gente había llegado a casa después del trabajo”. “El régimen criminal de la Federación Rusa continúa con sus tácticas terroristas contra ucranianos pacíficos”, dijo.
“Hallaremos a cualquiera que dé órdenes criminales y a todos los que las ejecuten. El castigo es inevitable”, dijo Kostin en su cuenta en Telegram, donde confirmó que su oficina ha abierto una “investigación preliminar” por presunta “violación de las leyes y normas de la guerra”.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, había especificado horas antes en su perfil de Telegram que las fuerzas rusas habían lanzado dos cohetes sobre las 20.00 horas (hora local) contra una pizzería y un edificio aledaño. Entre los heridos hay al menos cuatro extranjeros, entre ellos tres de nacionalidad colombiana.
Los colombianos heridos son el ex Alto Comisionado para la Paz de Colombia Sergio Jaramillo, el escritor Héctor Abad Faciolince y la periodista Catalina Gómez Ángel, todos ellos con heridas leves, según un comunicado de los mismos recogido por la emisora colombiana W Radio. Además, confirmó que la escritora ucraniana Victoria Amelina, con la que se encontraban cenando en la pizzería RAI, se encuentra en “estado crítico” por una lesión en la cabeza.
La cuarta extranjera herida es la periodista sueco-británica Anastasia Taylor-Lind, según confirmó la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras (RSF), que recalcó en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter que “estos ataques rusos contra civiles y periodistas son crímenes de guerra”.
Escenas como estas se han vuelto habituales en Ucrania, donde la gente ya sabe cómo responder ante los impactos y después de ellos, asistiendo a las víctimas.
El ataque tuvo lugar en una zona céntrica y muy concurrida de la ciudad, donde se ubican varios lugares públicos para comer, lo que explica el alto número de víctimas.
La ciudad ha sido blanco frecuente de ataques rusos, incluido un ataque a la estación de tren de la ciudad en abril de 2022 que mató a 63 personas.
Rusia niega haber atacado sitios civiles en lo que ha descrito como una “operación militar especial” desde que invadió a su vecino en febrero de 2022.
(Con información de Europa Press)
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