El dictador bielorruso Alexander Lukashenko aseguró el martes que intercedió ante Vladimir Putin por la vida del jefe de Wagner, Yevgueny Prigozhin, durante su finalmente abortada rebelión armada.
Máximo aliado de Putin, Lukashenko desempeñó un papel de mediador en la crisis, acogiendo a Prigozhin y a sus hombres que lo deseen en Biolorrusia, en el marco de un acuerdo celebrado con él.
“Le dije a Putin: se le puede matar, no es un problema. Ya sea en el primer intento o en el segundo. Pero le aconsejé que no lo haga”, declaró Lukashenko ante los responsables bielorrusos, según un video difundido por la cadena Telegram, próximo a la residencia, Pool Pervogo.
El dictador bielorruso aseguró que fue él quien consiguió convencer a Prigozhin de que no intentara entrar en Moscú, advirtiéndole de que sus unidades serían “aplastadas como un insecto”.
“Nuestra primera ronda de conversaciones duró unos 30 minutos y hablamos casi sólo palabrotas. Casi sólo palabrotas. Más tarde se me ocurrió que había diez veces más palabrotas que palabras normales”, relató Lukasheno.
Posteriormente, el dictador, intentó convencer a Prigozhin de que su deseo de que le entregara tanto al Ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu como al Jefe General del Estado Mayor del Ejército ruso Valery Gerasimov nunca se cumpliría.
“Dijo: ‘No pido mucho. ¡Que me entreguen a Shoigu y a Gerasimov! También necesito reunirme con Putin’. Le digo: ‘Zhenya (Yevgeny), nadie me entregará a Shoigu, Gerasimov ni a nadie más. Especialmente en esta situación. Conoces a Putin tan bien como yo’”, contó Lukashenko.
En respuesta, Prigozhin le dijo: “¡Pero queremos justicia! ¡Quieren estrangularnos! Marcharemos sobre Moscú”.
Entonces Lukashenko le respondió: “‘A mitad de camino (hacia Moscú), los aplastarán como a un insecto’. Aunque, como me dijo Putin, las tropas estaban ocupadas en cierta línea del frente”, ironizó, en referencia a la invasión a Ucrania.
Según Lukashenko, tanto Prigozhin como Shoigu compartían temperamentos similares.
“Tengo que añadir que él (Prigozhin) se parece mucho a Shoigu. Tienen el mismo temperamento. Es muy impulsivo. Así empezó todo”, agregó Lukashenko.
Por otra parte, el presidente bielorruso declaró que su país quería aprender de la experiencia bélica del grupo Wagner.
“Si sus comandantes vienen a nosotros y nos ayudan... nos dicen lo que es importante en este momento... Eso no tiene precio. Eso es lo que tenemos que tomar de Wagner”, dijo Lukashenko, añadiendo que no había necesidad de que Bielorrusia temiera la presencia de los mercenarios. “Los vigilaremos de cerca”.
En virtud de un acuerdo alcanzado por Lukashenko a última hora del sábado, que puso fin a un motín de los combatientes Wagner, se les permitió unirse a las fuerzas armadas regulares de Rusia o exiliarse a Bielorrusia.
Según Lukashenko, Prigozhin llegó a Bielorrusia el martes, después de haber recibido las “garantías de seguridad” que prometió el lunes Vladimir Putin en una alocución.
Putin agradeció repetidamente a su aliado su mediación en esta rebelión, el peor golpe contra su autoridad en más de 20 años de poder en Rusia.
(Con información de AFP y Reuters)
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