Las familias de algunos de los pasajeros que murieron en el sumergible Titan, que implosionó tras perderse durante una expedición a los restos del Titanic, enviaron mensajes expresando su dolor y homenajeando a sus seres queridos.
La familia de Hamish Harding, empresario británico de 58 años, lo describió como “un marido amante de su esposa”, “un padre dedicado a sus dos hijos” y “un guía, una inspiración, un respaldo y una leyenda viva” en su empresa Action Aviation.
“Hoy estamos unidos en el dolor con las otras familias que también perdieron a sus seres cercanos a bordo del sumergible Titan”, escribió en un comunicado la familia y su empresa después de que los organizadores de la expedición y los guardacostas estadounidenses anunciaran la muerte de los pasajeros.
“Era único en su genero y lo adoramos”, dice el texto, que alaba al fallecido como “un apasionado explorador, fuera cual fuera el terreno”.
También la familia de Shahzada Dawood, de 48 años, y su hijo Suleman, de 19 años, parte del poderoso imperio industrial pakistaní Dawood, expresó su “profundo dolor” por el suceso.
“Extendemos nuestras sentidas condolencias a las familias de los otros pasajeros del sumergible Titan”, señaló un comunicado firmado por Hussain y Kulsum Dawood, los padres de Shahzada.
Hussain Dawood es una de las personas más ricas de Pakistán, responsable de Engro Corporation y presidente de la fundación caritativa Dawood.
Los gobiernos de Reino Unido y de Pakistán también expresaron sus condolencias por los pasajeros que viajaban en el desaparecido sumergible Titan.
“Trágica noticia la pérdida de aquellos que iban a bordo del sumergible Titan, incluidos tres ciudadanos británicos, tras una operación de búsqueda internacional”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, en Twitter.
“El gobierno del Reino Unido está apoyando de cerca a las familias afectadas y expresa nuestras más profundas condolencias”, agregó.
En el Titan viajaban el millonario británico Hamish Harding, el empresario británico-paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet, y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible.
“Nuestras más profundas condolencias a la familia Dawood y a la familia de los otros pasajeros por la triste noticia sobre el destino del sumergible Titan en el Atlántico Norte”, dijo por su parte, el ministerio paquistaní de Exteriores, agradeciendo “los esfuerzos multinacionales en la búsqueda de la embarcación”.
“Estos hombres eran verdaderos exploradores que compartían un marcado espíritu aventurero y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo”, dijo en un comunicado OceanGate, al lamentar la muerte de los tripulantes.
La comunicación con la nave se perdió el domingo, dos horas después de la inmersión, lo que desató una búsqueda contra reloj para tratar de hallar el aparato desaparecido antes de que se terminara el oxígeno en su interior.
Pero este jueves se hallaron restos consistentes con una pérdida de presión de la cámara que apunta a la implosión del aparato, según los guardacostas estadounidenses.
El precio del viaje para acercarse a los restos del Titanic era de 250.000 dólares por pasajero.
Señales
Tras conocerse el desenlace de esta tragedia, el Wall Street Journal reveló que la Marina estadounidense había detectado una señal que indicaba la probable implosión del sumergible poco después de su desaparición.
En la mañana de este jueves, un ROV, un vehículo de control remoto, encontró “un campo de restos” esparcidos a menos de medio kilómetro de la proa del Titanic, entre ellos la cola del sumergible, explicó el contraalmirante del servicio de Guardacostas estadounidense John Mauger en una conferencia de prensa.
A ellos se suman otras cuatro grandes piezas que confirman la “implosión catastrófica” del sumergible, de 6,5 metros de eslora, pese a que ninguna de las boyas sonares presentes en el agua casi de manera constante había detectado nada especial, según los guardacostas estadounidenses.
Quizá por ello, los rescatistas se mantenían confiados hasta la mañana de este jueves de que podrían hallar a los pasajeros con vida pese a que se habían agotado las 96 horas de oxígeno de emergencia de que disponía el sumergible.
Interrogantes
“Existen muchos interrogantes sobre cómo, por qué y cuándo ocurrió” el accidente del sumergible, dijo Mauger, que señaló que las investigaciones prosiguen.
En un tiempo récord, los rescatistas pusieron en pie una “compleja” operación en la que participaron barcos y aviones de varios países, entre ellos Canadá, Estados Unidos, Francia, así como de empresas privadas, y vehículos de control remoto (ROV, por sus siglas en inglés).
Las comunicaciones del Titan con el barco nodriza Polar Prince, de la compañía canadiense Horizon Maritime, se perdieron el domingo 1 hora y 45 minutos después de iniciar una inmersión que debía durar unas siete horas en las frías aguas del Atlántico Norte.
El Titanic naufragó en 1912 tras chocar con un iceberg en su viaje inaugural entre Inglaterra y Nueva York con 2.224 personas a bordo de las que 1.500 murieron.
Sus restos, que yacen a casi 4.000 metros de profundidad y a 600 kms de tierra firme, se convirtieron desde que fueron descubiertos en 1985 en lugar de ensoñación para aventureros y ricos turistas intrépidos.
(Con información de AFP)
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