La carrera contrarreloj para encontrar el sumergible que desapareció el domingo durante su travesía a los restos del Titanic entró este jueves en una nueva fase de desesperación, mientras se acercan las últimas horas en las que el pequeño vehículo podría quedarse sin oxigeno.
Los rescatistas enviaron más barcos a la zona de la desaparición con la esperanza de que los sonidos detectados bajo el mar por segundo día consecutivo pudieran ayudar a reducir su búsqueda en la urgente misión internacional. Pero la tripulación apenas tenía reservas de oxígeno para cuatro días cuando la nave, llamada Titan, se sumergió el domingo a las 6 de la mañana.
Incluso los que se mostraban optimistas advertían de los muchos obstáculos: desde localizar el sumergible hasta llegar hasta él con equipo de rescate, así como llevarlo a la superficie, asumiendo que siguiera intacto. Y todo eso debía ocurrir antes de que se acabara el oxígeno de los pasajeros.
La zona de búsqueda era del doble del tamaño de Bahamas, en lugares de hasta 4.020 metros de profundidad. El capitán Jamie Frederick, del Primer Distrito de la Guardia Costera, dijo que las autoridades aún tenían esperanza de salvar a los cinco tripulantes.
“Esta es 100% una misión de búsqueda y rescate”, señaló Frederick. “Seguiremos poniendo todos los activos disponibles que tenemos para encontrar al Titan y a los miembros de la tripulación”.
La zona del Atlántico Norte donde el Titan desapareció el domingo es propensa a la niebla y las tormentas, lo que la convierte en un entorno extremadamente difícil para llevar a cabo una misión de búsqueda y rescate, afirmó Donald Murphy, oceanógrafo que trabajó como científico en jefe de la Patrulla Internacional de Hielo de la Guardia Costera.
Entre tanto, se conocieron advertencias significativas sobre la seguridad del vehículo que se habían expresado durante el desarrollo del sumergible.
Frederick indicó que si bien los sonidos que se detectaron ofrecieron la posibilidad de reducir el área de búsqueda, aún no se ha determinado su ubicación y fuente exactas.
“No sabemos qué son, para ser franco”, afirmó.
Carl Hartsfield, capitán retirado de la Marina y actualmente director del Laboratorio de Sistemas Oceanográficos de Woods Hole, dijo que se ha descrito a los sonidos como “ruidos de golpes”, pero advirtió que las cuadrillas de búsqueda “tienen que poner todo el panorama en contexto y eliminar fuentes potenciales hechas por el hombre que no sean el Titan”.
El reporte resultó alentador para algunos expertos porque a las tripulaciones de submarinos que no pueden comunicarse con la superficie se les enseña a golpear el casco de sus navíos para ser detectados por el sonar.
Un oficial de la Marina de Estados Unidos dijo durante una rueda de prensa el miércoles que un sistema especial de salvamento naval que podría ser utilizado para sacar el Titan llegó a San Juan, Canadá, pero se espera que tome otras 24 horas prepararlo para su uso. La Marina expresó en un comunicado que el equipo es capaz de sacar del mar “objetos grandes, voluminosos y pesados, como aviones o buques pequeños”.
A bordo del Titan iba el piloto Stockton Rush, director general de la empresa organizadora de la expedición, OceanGate. Sus pasajeros eran un aventurero británico, dos miembros de una familia de empresarios paquistaníes y un experto en el Titanic.
Las autoridades informaron que la embarcación de fibra de carbono de 6,7 metros (22 pies) de eslora se había extraviado el domingo por la noche, lo que desencadenó la búsqueda en aguas situadas a unos 700 kilómetros (435 millas) al sur de San Juan, Terranova.
El sumergible tenía una provisión de oxígeno para cuatro días cuando zarpó alrededor de las 6:00 de la mañana del domingo, que podría durar hasta el jueves por la mañana.
(Con información de The Associated Press)
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