El solsticio de verano es un evento astronómico que marca el inicio del verano en el hemisferio norte. Una de las principales características del fenómeno es el inicio del día más largo del año en términos de horas de luz solar. Además, durante esta época se produce la máxima cantidad de energía solar que llega a la superficie terrestre. Esto contribuye a que las temperaturas sean más cálidas y propicias para actividades al aire libre, según el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos.
Este fenómeno tiene efectos distintos en el planeta y llega acompañado del solsticio de invierno en el hemisferio sur. En las regiones sureñas como Argentina y otros países de Sudamérica, habrá menos horas de luz solar y noches largas el mismo día que comienza el solsticio de verano. Además de que las temperaturas serán bajas, el fenómeno también marca el inicio de la temporada invernal para la astronomía, que se basa en la posición del Sol para determinarlo.
Los solsticios se determinan por medio de los puntos en los que el astro se encuentre y significan días de celebraciones para algunas culturas ubicadas en ambos hemisferios. A lo largo de la historia, los pueblos originarios alrededor del mundo celebran el renacer del Sol y agradecen las cargas energéticas que el astro desprende en este camino.
Comienza el solsticio de verano y el día más largo del año
Durante el 21 de junio de 2023, el polo norte se inclina más directamente hacia el Sol, mientras que el polo sur se inclina hacia el exterior. Este movimiento provoca que los lugares al norte del ecuador tengan días de más de 12 horas; mientras tanto, sucede lo contrario en lugares del sur. Lo anterior ocurre debido a que el hemisferio norte recibe más luz solar en el día por el acercamiento hacia el astro.
El fenómeno se produce cuando el Sol se encuentra sobre el Trópico de Cáncer, ubicado a 23.5° de latitud norte y alcanza su punto más alto en el cielo, lo que resulta en el día más largo del año, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos. Este solsticio marca el fin de la temporada primaveral e inicia el verano en el hemisferio norte. El evento astronómico también se traduce en la noche más corta del 2023, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Otra de las explicaciones astronómicas del solsticio de verano tiene que ver con la trayectoria elíptica del Sol, que pasa por uno de los puntos más alejados del Ecuador, lo que provoca la máxima diferencia de duración entre el día y la noche, de acuerdo con la investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, Julieta Fierro Gossman. Sin embargo, sería erróneo suponer que sea el más caluroso, porque otros factores influyen en el clima.
La investigadora también aclaró que el fenómeno es conocido como “Sol quieto”, pues el astro da la impresión de quedarse en un solo punto durante un lapso prolongado. Después, volverá al hemisferio sur donde pasará por el equinoccio de septiembre. Así, se experimentará el día más corto y la noche más larga del 2023 en el hemisferio Boreal. La trayectoria que recorre esta estrella adopta la forma del símbolo del infinito, por esa razón se llama “Analema”, en palabras de Fierro.
El solsticio de invierno también inicia en el hemisferio sur
El solsticio de invierno es la contraparte que acompaña al de verano y también inicia el 21 de junio 2023, en el hemisferio sur. Ocurre cuando el Sol alcanza su mayor declinación en latitud, medida desde el ecuador. En este momento dará inicio la estación invernal desde la perspectiva astronómica. Durante esta fase, el astro estará en su punto más bajo en el cielo, lo que se traduce en el día más corto del año para las zonas del sur. El invierno astronómico durará 94 días, hasta el próximo equinoccio de primavera, que llegará hasta el 23 de septiembre.
La posición relativa de la Tierra y el Sol en el solsticio de invierno hace que los rayos solares caigan sobre el Trópico de Cáncer. Esto genera una mayor concentración de energía solar; mientras, el Polo Norte se encuentra inclinado aproximadamente 23° hacia el Sol en relación con el círculo de iluminación. Como resultado de lo anterior, los días son más largos (con una mayor incidencia de luz solar) en el hemisferio norte y más cortos en el hemisferio sur.En esta época del año, el Polo Sur está inclinado aproximadamente 23.5 grados hacia el interior del planeta, esto causa que los rayos solares lleguen de manera directa sobre el hemisferio norte y de forma más tenue sobre el hemisferio sur. Esto significa que la cantidad de luz solar recibida en las regiones ubicadas al sur del Ecuador es menor, según el Observatorio del Servicio de Hidrografía Naval de Argentina.
En el hemisferio sur, el solsticio de invierno trae consigo el día más corto del año y la noche más larga. Esto tiene un impacto en el clima y las temperaturas, pues la menor exposición a la radiación solar contribuye a un enfriamiento perceptible en el clima.
El término “solsticio” deriva del latín y se compone de las palabras “sol” y “sistere”, que significa “que no se mueve”. Esta denominación alude al hecho de que, desde la perspectiva terrestre, el Sol parece estar inmóvil, manteniendo una posición fija durante algún tiempo cuando sale y se pone.
¿Dónde se celebran los solsticios?
Los solsticios son eventos astronómicos que ocurren dos veces al año y marcan el inicio de las estaciones del año. Durante un solsticio, el Sol alcanza su posición más alta o más baja en el cielo en relación con el Ecuador terrestre. El solsticio de verano ocurre el 21 de junio en el hemisferio norte, y el de invierno sucede en el hemisferio sur. Durante este primer solsticio mencionado, el Sol alcanza su punto más alto en el cielo durante el año y los días son más largos, marcando el inicio del verano en el hemisferio norte y el invierno en el hemisferio sur. En ambos casos, hay celebraciones alrededor del mundo en las que se rinde homenaje al Sol y se agradece la energía que desprende.
Cuando comienza el solsticio de verano, México inicia las celebraciones. En la península del Yucatán, se encuentra la imponente ciudad maya de Chichén Itzá. Durante el día más largo del año, las personas se reúnen en este lugar para presenciar el espectáculo único en su pirámide central. Mientras el sol ilumina una parte de la estructura, la otra queda sumida en la penumbra, creando un efecto visual impresionante.
Otro país europeo que se suma a las celebraciones es España. En el Mediterráneo, se celebra la noche de San Juan durante la madrugada del 24 de junio. En esta festividad, se encienden hogueras en las playas, cuyo fin es purificar la energía de las personas y quemar lo viejo que han llevado consigo hasta ese punto específico del año.
En cuanto a las celebraciones del solsticio de invierno, el pueblo mapuche, originario de Argentina y Chile, comienza el ritual que lo ha caracterizado a nivel internacional: el We tripantu o Wiñol Tripantu. Esta celebración, que ocurre cada 21 de junio, marca el inicio de un nuevo año en el calendario lunar mapuche. Durante esta fecha, los líderes espirituales, conocidos como Kimches, organizan ceremonias en las que se comparten banquetes y se realizan rituales de agradecimiento y reflexión por el ciclo que está por comenzar. Un elemento central de esta festividad es el encendido de una fogata, simbolizando el fuego sagrado y el inicio de un nuevo ciclo de germinación de la tierra.
Además, en Perú, Ecuador y Bolivia, antiguos territorios del imperio inca, se celebra el Inti Raymi o Fiesta del Sol en Cuzco. Esta festividad rinde homenaje a ‘Apu Inti’, el dios del Sol. Desde mediados del siglo XX, los pueblos originarios de estos países han podido conmemorar el Inti Raymi abiertamente. En Perú, esta celebración fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2001. Miles de turistas acuden a Cuzco para presenciar esta festividad, que se lleva a cabo cada año el 24 de junio.