Encontrar el sumergible que desapareció mientras llevaba turistas a los restos del Titanic será un reto complicado, según explicó un experto en ingeniería marina este martes, el tercer día desde la desaparición de la nave.
Con todas las comunicaciones perdidas, los rescatadores no saben si el sumergible está flotando justo debajo de la superficie del agua o sumergido en el fondo del océano, dijo a Reuters Alistair Greig, profesor de ingeniería marina.
Si la tripulación se encuentra en el fondo del mar, es posible que haya que enviar un buque robot para sacar toda la embarcación a la superficie, explicó Greig, quien añadió que existen muy pocos robots de este tipo.
“No vas a ser capaz de transferirlos a otro buque en profundidad. Tendrás que subir todo el sumergible y luego sacarlos, conseguir que algún tipo de nave robot baje hasta allí para fijarles algo que ayude a subirlos y luego extraerlos. Todo eso va a llevar mucho tiempo”, explicó el profesor de ingeniería marina en el University College London. Según las especificaciones de la empresa, el sumergible tiene 96 horas de oxígeno para cinco personas, un plazo que llegaría a su fin el jueves.
“Si está en el fondo, mucho más difícil de localizar. No sé cómo es la topología, si es lisa o, también, podría estar en bultos o huecos. Y también están todos los otros restos del Titanic que enviarán señales. Así que no será tanto un caso de buscarlo si está en el fondo, será un caso de escucharlo. Así que tienen boyas de sonar ahí abajo, y esperan que la tripulación sea capaz de crear algún sonido y puedan escucharlo”, detalló.
“Si ha caído al lecho marino y no puede volver a subir por sus propios medios, las opciones son muy limitadas”, dijo Greig. “Aunque el sumergible aún podría estar intacto, si está más allá de la plataforma continental, hay muy pocas embarcaciones que puedan llegar tan al fondo, y desde luego buzos no”. Incluso si pudieran llegar tan al fondo, el experto dudaba de que pudieran acoplarse a la escotilla del sumergible de OceanGate.
Otra posibilidad es una fuga en el casco, una perspectiva peor, señaló.
El otro escenario es que el sumergible haya flotado a la superficie, con un mecanismo de emergencia.
“Pero, por supuesto, sin comunicaciones, entonces es difícil localizar dónde están. (...) La mayor parte estará justo debajo de la superficie, con sólo la pequeña cantidad por encima de ella”, añadió.
Encontrar un objeto del tamaño de una camioneta, parcialmente sumergido, en una zona con intenso oleaje, es un desafío arduo para las autoridades.
“La tripulación dentro del sumergible no puede salir. Requieren a alguien para aflojar los tornillos desde el exterior para que no puedan salir. Esta cosa es del tamaño de una furgoneta de tránsito grande, unos siete metros de largo, blanco. Así que va a ser bastante difícil de detectar desde el aire”, añadió Greig.
El rompehielos Polar Prince, que transportó a la tripulación y la nave hasta el punto de sumersión, estuvo haciendo búsquedas de superficie durante la noche, y una aeronave de vigilancia Boeing P-8 Poseidon reanudaría las operaciones de búsqueda por la mañana, según indicaron los guardacostas estadounidenses en Twitter. También dos aeronaves Lockheed C-130 Hercules habían sobrevolado la zona.
El ejército canadiense dejó caer boyas con sonar para escuchar posibles sonidos del Titan.
“Es una zona remota, y es un desafío llevar a cabo una búsqueda en esa zona remota”, comentó el contralmirante John Mauger, comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, que también buscaba al Titan.
En declaraciones el martes al programa “Today” de NBC, Mauger dijo que su equipo priorizaba la búsqueda bajo el agua y el traslado de equipamiento que pudiera resultar de ayuda para la búsqueda.
(Con información de AP y Reuters)
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