Los regímenes de China y Cuba están ya en negociaciones para la construcción de una instalación conjunta en la que entrenar a militares, según el medio estadounidense, Wall Street Journal (WSJ), una posible base que se sumaría a los recelos planteados por las autoridades de Estados Unidos a raíz de la presunta existencia de un centro chino de espionaje en la isla caribeña.
Las negociaciones para la nueva base estarían ya avanzadas, según fuentes norteamericanas citadas por el periódico. De confirmarse, este tipo de infraestructura facilitaría la presencia de tropas chinas en Cuba de manera permanente y la posible expansión de las actividades de Inteligencia, que Beijing niega.
Este martes, a raíz de las últimas informaciones, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, se ha limitado a decir que no tenía constancia del tema, que surge apenas un día después de que concluyese una simbólica visita a Beijing del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, teóricamente para limar asperezas entre las dos potencias.
Blinken se vio con las principales autoridades del gigante asiático, entre ellas el presidente, Xi Jinping, después de unos meses marcados por los reproches políticos cruzados, principalmente a cuenta de las presunta presencia de globos de espía chinos en el cielo de Estados Unidos.
Sin embargo, ni Beijing ni La Habana reconocen por ahora el acercamiento que se le atribuye desde Washington. A la negativa china sobre el supuesto centro de espionaje también se sumó la del régimen cubano, que tachó de “calumnias” las informaciones y acusó a las autoridades estadounidenses de intentar desestabilizar la isla.
Blinken planteó las preocupaciones de Estados Unidos sobre las actividades de inteligencia chinas en Cuba, según un comunicado del Departamento de Estado.
El medio estadounidense realizó una publicación a principios de junio en la que reportaba que China y Cuba habían llegado a un acuerdo para instalar una base de espionaje en la isla; la Casa Blanca se refirió a ese informe como inexacto pero no dio más detalles. Dos días después, Washington desclasificó la inteligencia para confirmar públicamente que las instalaciones de recopilación de inteligencia china existen en Cuba desde al menos 2019.
Funcionarios estadounidenses le dijeron al WSJ que una nueva instalación militar podría proporcionar a China una plataforma para albergar tropas de forma permanente en la isla y ampliar su recopilación de inteligencia, incluida la escucha electrónica, contra Estados Unidos.
La instalación planificada es parte del “Proyecto 141″ de China, una iniciativa del Ejército Popular de Liberación para expandir su base militar mundial y su red de apoyo logístico, dijo un funcionario estadounidense.
Ambos regímenes ya administran conjuntamente cuatro estaciones de espionaje en la isla, según funcionarios estadounidenses. Esa red experimentó una mejora significativa alrededor de 2019, cuando una sola estación se expandió a una red de cuatro sitios que se operan de forma conjunta, y la participación china se profundizó.
También se estarían llevando a cabo arreglos de esas instalaciones que, según los funcionarios, podrían indicar una mayor participación china, aunque los detalles son escasos. Un informe de inteligencia de EEUU a principios de este año se refirió a la “centralización” de la gestión de los cuatro sitios conjuntos, pero no está claro qué implica exactamente.
Otros aspectos del Proyecto 141 incluyen un acuerdo para instalar un puesto naval chino en Camboya y una instalación militar cuyo propósito no se conoce públicamente en un puerto de los Emiratos Árabes Unidos, dijo un ex funcionario estadounidense al WSJ.
Algunas de esas instalaciones también incluyen capacidades de recopilación de inteligencia, incluida una base china en Djibouti en el Cuerno de África, la única base militar de Beijing fuera de la región del Pacífico, donde China ha estado trabajando para construir una instalación para recopilar señales de inteligencia.
“Esperamos que las partes relevantes puedan concentrarse más en las cosas que conducen a mejorar la confianza mutua y el desarrollo de la paz y la estabilidad regionales”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, sobre las negociaciones con Cuba el martes pasado.
La embajada de Cuba en Washington calificó la publicación anterior del Wall Street Journal como “totalmente mentirosa e infundada”.
Algunos funcionarios estadounidenses advirtieron que los parámetros de los planes de China en Cuba no se conocen por completo y dijeron que los dos países se moverían con cautela para expandir los lazos de seguridad.
“La comunidad de inteligencia ha evaluado durante varios años que la República Popular China tiene la intención de expandir su alcance a nivel mundial y, en este caso, es prematuro sacar conclusiones firmes sobre los informes recientes”, dijo un funcionario de inteligencia de EEUU al WSJ.
“En esta etapa, no parece haber nada que proporcione una gran mejora al conjunto actual de capacidades” agregó.
Cualquier aumento en la coordinación de seguridad entre China y Cuba “irá despacio”, dijo el funcionario de inteligencia estadounidense.
La administración de Biden se puso en contacto con funcionarios cubanos en Washington para expresar su preocupación por la instalación planificada.
“Hemos dado a conocer nuestras preocupaciones” al gobierno cubano, dijo a principios de este mes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Algunos funcionarios de inteligencia dicen que Beijing ve sus acciones en Cuba como una respuesta geográfica a la relación de Estados Unidos con Taiwán. Cuba tiene motivos para actuar con cautela para evitar provocar a Estados Unidos en un momento en que su economía está en una situación desastrosa y busca aliviar las sanciones económicas y las restricciones de viaje impuestas por Washington.
(Con información de Europa Press)
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