La capital ucraniana se vio sacudida esta mañana por las explosiones de sus defensas aéreas, que respondieron a un ataque con misiles lanzado por las fuerzas rusas poco después de que una delegación de siete líderes africanos llegara en tren a Kiev para reunirse con el presidente Volodímir Zelensky.
“Explosiones en la capital. En la zona de Podil. En Kiev aún hay misiles en el aire”, escribió el alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, en su cuenta de Telegram. La Administración Militar de la ciudad confirmó que las defensas antiaéreas se activaron para hacer frente al ataque.
12 misiles derribados
La Fuerza Aérea de Ucrania afirmó que derribó una docena de proyectiles rusos, incluidos seis hipersónicos Kinzhal, durante un ataque contra la capital del país.
Además de los seis misiles hipersónicos, fueron derribados seis misiles de crucero Kalibr y dos drones de reconocimiento, precisó la Fuerza Aérea en Telegram. El jefe de la administración militar de Kiev, Serguéi Popko, dijo que todos fueron interceptados en la zona de la capital.
La misión africana de paz liderada por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, llegó a Ucrania en su primera parada de una gira que los llevará también a Moscú. En el momento de las explosiones, los líderes africanos se encontraban en la ciudad de Bucha, en los alrededores de Kiev.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, escribió justo después del ataque: “Putin ‘construye confianza’ lanzando el mayor ataque con misiles sobre Kiev en semanas justo en medio de la visita de los líderes africanos a nuestra capital”.
El jefe de la diplomacia ucraniana añadió: “Los misiles rusos son un mensaje para África: Rusia quiere más guerra, no paz”.
Con su viaje a Ucrania y a Rusia, la delegación africana busca explorar fórmulas para avanzar hacia un alto al fuego en la guerra.
Ramaphosa, los presidentes senegalés Macky Sall y zambiano Hakainde Hichilema, así como el mandatario de Comoras Azali Assoumani, al frente de la Unión Africana desde febrero, y otros representantes africanos se reunirán este viernes con Zelensky, y el sábado con Vladimir Putin en San Petersburgo, en el noroeste de Rusia.
La iniciativa, la última de una serie de esfuerzos diplomáticos hasta ahora infructuosos para detener el derramamiento de sangre, no comienza con los mejores auspicios.
(Con información de EFE y AFP)
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