El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, afirmó que la situación de la planta nuclear de Zaporizhzhya es seria pero estable tras la voladura de la presa de Kajovka y la reducción del nivel de agua del embalse, vital para el enfriamiento de la planta.
Grossi señaló tras su visita este jueves a la central de Zaporizhzhya que hay suficiente agua en el estanque de enfriamiento de la central nuclear y que actualmente no hacen falta medidas adicionales. Eso sí, aseguró que el OIEA seguirá vigilando la situación.
En un video que publicó en sus redes sociales, afirmó: “Así llegamos al final de la tercera visita del equipo del OIEA dirigido por mí a la central nuclear de Zaporizhzhya. Como pueden ver detrás de mí, este es el punto de contacto entre las fuerzas ucranianas y las fuerzas rusas que nos dejaron hace un minuto detrás del puente destruido, que se puede ver aquí. Creemos que hemos reunido una buena cantidad de información para evaluar la situación, y continuaremos permanentemente monitoreando la situación allí, con el fin de ayudar a prevenir un accidente nuclear”.
Este viernes, en una entrevista con Eduardo Feinmann para Radio Mitre de Buenos Aires, Grossi manifestó: “Es dramático porque no es una serie de Netflix. En septiembre estuvimos con mi equipo bajo fuego. Ayer, al volver a la zona controlada por Ucrania, hubo un combate y estuvimos detenidos un largo rato”.
“En el cruce con la línea del frente, los rusos me dejaron en un puente y tuve que cruzar un campo minado. A 200 metros están los ucranianos”, narró.
Luego, enfatizó: “Hay que estar siempre alerta. Los reactores nucleares requieren de la circulación permanente de agua para mantener una temperatura estable. Es por eso que el agua tiene un carácter estratégico en cualquier central nuclear. Generalmente las centrales nucleares están cerca de cursos de agua importante”.
“Se vive a flor de piel lo que es una guerra”, concluyó.
Los expertos del OIEA visitaron las piscinas de aspersión y un estanque de enfriamiento, que han estado operando en modo independiente desde la destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka, cuyas aguas solían ser bombeadas a la planta para su enfriamiento.
El nivel del agua del embalse ha bajado drásticamente por la voladura de la presa el pasado 6 de junio, si bien en el canal del que se alimenta el depósito de la central nuclear se encuentra en 11,21 metros y en el propio estanque de enfriamiento en 16,67 metros.
Grossi quiso asegurarse personalmente del estado de la planta tras la ruptura de la presa, especialmente tras presentar al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, el martes en Kiev un programa de asistencia para paliar el impacto del desastre.
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