A sus 100 años, Henry Kissinger sigue mostrando enorme lucidez y exhibiendo su inigualable experiencia en el ámbito diplomático. El ex secretario de Estado norteamericano, el hombre que dirigió la política exterior de su país durante décadas y que también sirvió como consejero de todos los presidentes de la época moderna, brindó una extensa entrevista a Bloomberg, en la que abordó los diferentes temas de la actual coyuntura internacional: desde la guerra en Ucrania, y la Rusia de Putin, hasta las crecientes tensiones entre China y Taiwán.
En una época marcada por la invasión rusa a Ucrania, y diferentes focos de conflictos en varias regiones del mundo, como el Indo-Pacífico y Medio Oriente, el prestigioso diplomático sostuvo que pocos políticos en la actualidad tienen experiencia en situaciones de conflicto. Esto, según explicó, puede afectarlos a la hora de tomar decisiones trascendentales.
“Los líderes que no han tenido una experiencia de catástrofe o al borde de una catástrofe a veces creen que tienen más opciones de las que realmente tienen (...) Es algo característico de nuestro tiempo”, comentó durante la entrevista que le realizó el periodista John Micklethwait.
La guerra de Putin en Ucrania
El jefe del Kremlin sí es un hombre con experiencia en conflictos pero, tal como lo muestra la historia, no precisamente como un solucionador de esos focos de tensión sino como el principal generador.
Consultado por Micklethwait sobre la guerra en Ucrania y el posible futuro del ex agente de la KGB, Kissinger opinó que es posible que el presidente ruso tenga dificultades para mantenerse en el poder si el conflicto obliga a Moscú a abandonar la ofensiva militar y aceptar un acuerdo de paz con Europa.
“Me gustaría una Rusia que reconozca que sus relaciones con Europa deben basarse en un acuerdo y una especie de consenso, y creo que esta guerra, si termina adecuadamente, podría conseguir que eso sea factible”, expresó el ex secretario de Estado norteamericano.
Ante la pregunta del periodista de si Putin podría mantenerse en el poder si la guerra terminara en esos términos, Kissinger fue contundente: “Es improbable”.
Asimismo, destacó la importancia de que Ucrania emerja del conflicto como una democracia fuerte, y sostuvo que es preferible evitar “la disolución de Rusia o la reducción de Rusia a una impotencia resentida” que amenace con avivar nuevas tensiones.
Describió a Putin como una “figura tipo Dostoyevski acosada por ambivalencias y aspiraciones irrealizables”, y afirmó que se trata de un líder capaz de ejercer el poder que construyó, pero consideró que lo usó “en exceso” en relación con Ucrania.
Sobre el futuro de Europa en la post-guerra, apuntó: “Se volverá más estable, el mundo se volverá más estable, cuando Rusia acepte el hecho de que no puede conquistar Europa. Pero tiene que seguir siendo parte de Europa por algún tipo de consenso como lo hacen otros Estados”.
Conflicto China-Taiwán
En medio de la guerra en Ucrania, la comunidad internacional sigue de cerca las crecientes tensiones entre China y Taiwán ante las constantes amenazas del régimen de Xi Jinping. Ante la pregunta de Micklethwait de qué posibilidades ve de una invasión china a Taipéi en los próximos años, Kissinger reconoció que cree que es probable un conflicto militar.
“Dada la trayectoria actual de las relaciones, creo que es probable que se produzca algún conflicto militar”, afirmó.
Pero aclaró: “También creo que la trayectoria actual de las relaciones debe ser alterada y durante las semanas previas a nuestra conversación ha habido señales por ambas partes de intentar ponerles fin. Todavía no han entablado el tipo de diálogo que he sugerido. Pero creo que se están acercando. Dejo mi mente abierta en relación con el resultado”.
Recordó, además, que en los últimos tiempos China se ha involucrado mucho “en asuntos que van más allá de su región tradicional”: “Se ha visto a China hablando con Zelensky, se ha visto a China negociando una especie de tregua entre Irán y Arabia Saudita”.
Estados Unidos-China
El ex secretario de Estado norteamericano es una de las voces más autorizadas para hablar sobre el gigante asiático y los efectos de sus aspiraciones globales. Reconoció, no obstante, que todavía no tiene claro el resultado de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China.
Advirtió, sin embargo, que las guerras entre dos superpotencias no se pueden ganar: “Solo se pueden ganar a costos desproporcionados”.
“Es una situación única en el sentido de que la mayor amenaza de cada país es el otro, es decir, la mayor amenaza para China es Estados Unidos, según su percepción, y lo mismo ocurre aquí”, explicó.
Auge de India
Kissinger describió la postura de no alineamiento de India durante la Guerra Fría como “una fuente de considerable irritación”. Sin embargo, consideró su política actual de “extremadamente reflexiva”.
Según explicó, el gobierno de Narendra Modi rinde mejor cuando defiende sus propios intereses, y muchos de ellos se solapan con los de Estados Unidos.
De cara al futuro, adelantó: “India es una gran potencia y en las próximas décadas crecerá de forma comparable a China”. “Quizás no en la misma medida, pero no importa exactamente en ese punto. Tendrá la fuerza suficiente para conseguirlo y por eso rinde mejor cuando defiende sus propios intereses, que se solapan con muchos de nuestros intereses como gran potencia para evitar que ningún país domine el mundo o sus regiones de tal forma que perdamos influencia para conseguir objetivos importantes”.
Rol de Alemania
Kissinger coincidió con Micklethwait en que el centro de gravedad político de Europa se está desplazando hacia Alemania. Advirtió, en cambio, que esto plantea un desafío a Berlín sobre cómo ejercer ese poder.
El diplomático encuentra similitudes con la situación de fines del siglo XIX, cuando el canciller Otto von Bismarck renunció y la recién unida Alemania entró en una encrucijada. La “tragedia” que desembocó en dos guerras mundiales pocas décadas después llevó al país a no saber reconocer su propia “transformación”.
“El país líder tiene que ser un ejemplo de moderación y sabiduría a la hora de equilibrar los intereses de todos los países de Europa (...) Ahora estamos en un momento en el que hay que crear una nueva estructura de Europa basada en esta realidad”, apuntó.
Gran Bretaña post-Brexit
Kissinger opinó que, “psicológicamente”, en este momento el Reino Unido, ya fuera de la Unión Europea (UE), está en mejores condiciones para pulir los lazos con Estados Unidos, a diferencia de un país como Francia que permanece en el bloque continental.
Respecto a la UE, dijo que lo más probable es que el bloque mantenga su estrecha cooperación con Estados Unidos y siga una política paralela a Washington. Esto, sumado a la larga historia de “asociación especial” del Reino Unido con Estados Unidos, significa que ahora existe “una gran oportunidad para que actúe como enlace entre una Europa unificadora y Estados Unidos”.
Estados Unidos polarizado
El ex secretario de Estado norteamericano también habló de la política doméstica y lamentó que el país se polarizó de forma preocupante.
Según su opinión, el debate actual se desplazó hacia una “teoría extrema de América primero que se aplica a ambos bandos [republicanos y demócratas], pero de tal manera que se centra demasiado en América y no en las cuestiones globales”.
Esto, para Kissinger, representa un riesgo a futuro: “Cualquiera que quiera llevar a cabo una política exterior estadounidense seria debe equilibrar ambas cosas. O Estados Unidos quedará aislado”.
Consultado por el enfoque del gobierno de Joe Biden, respondió: “Creo que la actual administración está intentando hacer un trabajo serio al respecto, pero tiene tanto miedo de los ataques contra sí misma que no se hace justicia”.
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